0067 - Vértices Geodésicos C.V.: Atalaya (1156m) / A+ 507 m / 13,95 km

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"La droga que todo lo cura"

Como este sábado queríamos estar pronto en casa, la ruta iba a ser más sencilla de lo habitual. La propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 67 en altura de la Comunidad Valenciana, Atalaya, con 1156 m de altitud, situado en el Término Municipal de Chelva, Valencia.

Haríamos la ruta en el sentido de las agujas del reloj. Aparcaríamos en la Ermita de San Isidro de Benagéber y nos dirigiríamos, siguiendo el PR-CV-114, hacia la Casa del Puntal y más tarde llegaríamos a la Fuente de la Sabina. Seguiríamos por senda hasta el inicio de la subida por el cortafuegos que ya vimos cuando hicimos la etapa del GR-7 y nos quedamos con las ganas. Llegaríamos al vértice Atalaya y a su segunda cima, desplazándonos luego a ver si encontráramos la Fuente del Buitre y la Fuente de Santa Rosa, volviendo por el Barranco de Tiero a los coches.

Aquí podéis ver un vídeo de la simulación del vuelo en 3D que preparé para la ocasión para que os hagáis una idea fiel del recorrido:

A la cita acudieron Mari y Jose, Carmen K, Kiquet, Juan Carlos, Toni, Manuel Carlos y un servidor. Nos llovió durante el camino, pero cuando llegamos a la Ermita de San Isidro de Benagéber, el tiempo se había estabilizado bastante, aunque hacía un fresquillo de finales de noviembre para estar en mayo. Siendo las 8:06 nos pusimos a caminar, siguiendo las marcas del PR.

 Enseguida nos desviamos por una senda que nos salía por la izquierda y que va a dar a un campo labrado. Se puede seguir recto por la pista y se llega al mismo sitio más cómodamente. En los alrededores de la Casa del Puntal vimos una encina de buen porte y bajo ella el primer cartel anunciador del sendero PRCV-114, también llamado Sendero Nicolau Primitiu.

Continuamos ahora atravesando una buena pinada y pasamos por un antiguo aljibe que se encontraba seco.

Después nos encontramos con nuestra primera buena subida de la mañana, la que nos llevaría a la Fuente de la Sabina. Cuando llegamos al cartel anunciador, nos desviamos por la derecha y unos 100 metros más allá vimos la fuente en un entorno húmedo, pero la fuente con su caño, que está unos metros más arriba de la pista, se encontraba con restos de agua en su poza pero no caía ni gota.

Regresamos al poste y durante un buen rato anduvimos disfrutando por estrechas sendas en las que sólo se escuchaba el silencio, nadie decía nada, cada uno sumido en sus propios pensamientos... y Juan Carlos tras de mí recitando poesía...

Llegamos así al punto que habíamos visto desde el Collado de Nieva, cuando hicimos esta etapa del GR-7, desde el que se veía una senda por este cortafuegos bastante empinada y tomando aire nos fuimos para arriba, cada uno a su ritmo.

La vista atrás nos muestra lo exigente de la subidita y como recompensa la perspectiva que vamos ganando.

Cuando terminamos la subida y a la vista del collado, cogimos una senda por la izquierda que, en subida nos llevaría al vértice del Atalaya, con muy buenas vistas también del otro valle, en el que se apreciaban los campos de cereal pintados de verde brillante.

Cómo veis por lo amenazante de las nubes, Odín sigue enfadado por mi intento de levantar los martillos de su hijo Thor.

Estas son una muestra de las panorámicas que veíamos desde el vértice.

Hicimos la foto de grupo rapidito porque allí soplaba un viento fuerte y frío y nos dirigimos por la cumbre hacia la segunda cima, buscando de paso algún lugar para almorzar donde estuviéramos a cubierto. Visitamos la otra elevación y cerca de ella encontramos un sitio donde no hacía viento y nos dispusimos a almorzar donde, además de las viandas, salió a relucir el buen humor de costumbre.

Alguien se levantó y, con un "vamos, vamos, que nos vamos", sugirió que reanudáramos la marcha. Volvimos al collado, bajamos un poco por la otra vertiente y enseguida nos desviamos por una pista por la derecha. Manuel Carlos y yo nos aventuramos a buscar la Fuente del Buitre que figuraba en el mapa topográfico, aunque la zona no parecía proclive a tener ninguna fuente y, tras dar un garbeo por la zona sin encontrarla, volvimos a la pista donde nos esperaba el resto. Seguimos hasta tener a la vista el Caserío de la Atalaya y continuamos por la pista de la derecha para bajar directos en la búsqueda de la otra fuente. Se puede ir directamente al caserío y desde allí a la fuente, pero nosotros fuimos por la pista, de la que sale una pista abandonada y después una sendita que lleva al mismo sitio.

La masía debió ser una buena construcción en su tiempo y el entorno es muy fresco y agradable. Vimos La fuente de Santa Rosa de Lima, con su imagen, dentro de una caseta medio derruida y también estaba seca.

Nos despedimos del lugar y ahora ya anduvimos por la pista que circula entre pinos por el Barranco de Tiero.

Pasamos al lado del campamento de los Juniors de Vilamarxant, donde estuve varios veranos ayudando en las cocinas y del que tengo muy buenos recuerdos y enseguida apareció ante nosotros la moderna construcción de la Ermita de San Isidro, siendo la temprana hora de las 12:22.

En la misma Ermita hay una fuente "con agua" y allí procedimos con el refrescante baño de pies, nos tomamos una cerveza o coca-cola  cortesía de la neverita de Mari y Jose y nos despedimos hasta la próxima.

Una ruta sencilla y sin ninguna complicación que supone un buen paseo entre las buenas pinadas de la zona. Las vistas desde el vértice son amplias pero el mal tiempo nos las dificultó a nosotros. De todas formas, cuando estuve planeando la subida a este vértice, no veía mucho más por donde hacer algo distinto y las otras alternativas que manejaba para hacerla más interesante, complicaban la ruta bastante más en longitud y tiempo. Volviendo con el coche vi una senda bastante apetecible pero se tendrá en cuenta para otra ocasión.

Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la rua pulsando aquí: PABLOONCE