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sábado, 15 de septiembre de 2012

0066 - Vértices Geodésicos C.V.: Palomas (1156 m) / A+ 700 m / 20,25 km

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 "Route 66"




Este sábado la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 66 en altura de la Comunidad Valenciana, Palomas, con 1156 m de altitud, situado en el Alto de las Palomas en el Término Municipal de Caudiel, Castellón.

Desde que hace tiempo sabía que tenía que hacer esta ruta, tenía pensado aprovechar para hacer un pequeño homenaje a esa mítica ruta como lo es la Ruta 66, famosa desde hace muchos años en Estados Unidos y que recorría el país de parte a parte, desde Chicago hasta Los Ángeles.

En este extracto de la película Cars podemos escuchar en un emotivo vídeo cómo le explican a Rayo McQueen lo que era la Ruta 66:


Y de este modo, con nuestra humilde aportación semanal, también somos muchos grupos de senderistas los que, con nuestra crónicas y aventuras, volvemos a poner, si no en los mapas, sí en la memoria de muchos, los nombres de pueblos, fuentes y lugares que ya se creían olvidados. Y también sabemos que: "...pasan al lado y no saben lo que se pierden"...

Infinidad de cantantes y grupos han incluido en su repertorio la canción que se convertido en un icono de la ruta y que tiene por nombre, como no, el de Route 66. 

Desde tiempos ya lejanos, con su primer intérprete, Nat King Cole:


... o interpretada por el genial grupo Manhattan Transfer:


... o a ritmo de Twist con Glen Frey:


... hasta pasar por The Rolling Stones, el grupo Country Asleep at The Wheel, a ritmo de Techno con Depeche Mode e incluso nuestra Chenoa. Nos os pongo los vídeos de todos para no resultar pesado. Podéis hacer una búsqueda en Youtube, pero permitidme que os ponga el que a mí más me gusta y que es el que interpreta la hija de Nat King Cole, Natalie Cole junto a Diana Krall a ritmo de jazz (quién estuviera sentado en una de esas acogedoras mesas con lamparita...):


Tras este aparte metámonos ya en faena. Haríamos esta ruta en el sentido de las agujas del reloj. Seguiríamos prácticamente el PR-CV 63.5, al que haríamos algunas modificaciones. Las primeras serían el sentido de su recorrido habitual y el lugar de inicio. Saldríamos desde el Área de la Torre del Molino, en las cercanías de Caudiel para evitar la población y comenzaríamos a caminar por una pista que nos llevaría a la Masía de los Frailes. 

Un poco más tarde nos desviaríamos por una senda a la derecha, que nos llevaría hasta la Fuente Cuenca. Seguiríamos hasta el Puerto de Arenillas y emprenderíamos la exigente subida en zig-zag que ya conocemos hasta llegar al corral de Marzo y el vértice Palomas (1156 m). Desde aquí esperábamos unas muy buenas vistas del Pico Pina y el Penyagolosa. 

Volveríamos a la pista y tras un tramo nos volveríamos a desviar por la izquierda, buscando el mejor paso para asomarnos al acantilado de las Canteras de Gullirno. Retornaríamos y comenzaríamos el descenso a través de un bonito barranco hasta llegar a la Fuente de la Alcabaira. Tras unos metros abandonaríamos la pista que recorre el PR para coger otra menos pisada siguiendo la Cañada Real y, por las cercanías de la Fuente Griela, regresaríamos a los coches.

Aquí podéis ver el vídeo de la simulación de vuelo en 3D sobre el track para que os hagáis una idea fiel del recorrido:



 A la cita se habían apuntado Kiquet y Manuel Carlos, pero al final Kiquet no pudo venir (un saludo desde aquí. Kiquet, intentamos buscar endrinas pero no vimos ni una en la zona) y como al final íbamos a ir los dos solos, llamamos a Herme para que se viniera y así la íbamos poniendo en forma.

 A las 7:30 comenzábamos a andar desde el Área Recreativa de la Torre del Molino de Caudiel. Está muy bien acondicionada, con mesas, parque de juegos para los niños, paelleros, fuente y servicios, pero durante todo el día la tuvimos solo para nosotros.

 Con una temperatura muy agradable e incluso con una brisilla fresca que nos acompañó toda la mañana, el sol se iba abriendo camino tras la hilera de montañas. Aunque parezca una contradicción, el silencio que se escucha en esos momentos y la paz que se respira, es un regalo que sólo se ofrece a aquellos que hacen el esfuerzo de estar en el monte en esas horas en que se puede contemplar el amanecer.


 Teníamos por delante un buen tramo de pista y esa fue una de las razones de cambiar el sentido del recorrido, para quitárnoslo de encima con el frescor de la mañana.


 Las montañas nos tapaban el sol y así nos cundía el caminar, sobre todo a Herme, que quería pasar página de lo mal que lo había pasado la semana pasada y había puesto la directa y no parábamos de hacer bromas diciéndole que habíamos dicho que iríamos a casa a comer, no a almorzar.

Abandonamos la pista y comenzamos a caminar por una agradable senda de a uno, consiguiendo frenar a Herme de vez en cuando para saborear las moras que salían a nuestro paso. Así llegamos hasta el poste que indicaba nuestra coincidencia en ese punto con el GR-7 y el Camino del Cid, y nos venían a la memoria las varias veces que hemos pasado por esta misma senda en circunstancias muy distintas.





En la primera imagen recordamos que en esa zona rocosa se encontraba la Cueva Cerdaña y cómo la visitamos con Juan Carlos cuando subimos él, Manuel Carlos y un servidor a hacer la ruta del Pico Pina, en un gélido día y cómo nos intentaron atacar unos perros que nos pusieron los pelos de punta.


 En una de las curvas del camino apareció ante nosotros una bonita imagen de un valle con el Penyagolosa enfrente, amigo fiel al que hacía tiempo que no veíamos y al que nos alegramos de volver a encontrar. Además el día tenía una luminosidad en el que todo se veía muy claro y los verdes se veían muy intensos como si fueran de la primavera y no del otoño que está casi al caer.



 Llegamos a la carretera y al punto en que teníamos que coger una senda a la derecha. Vimos otra que nos salía de frente con muy buena pinta. Lástima que no tuviéramos tiempo para investigarla. En esta senda esperábamos pincharnos un poco con las aliagas, pero se notaba que la habían limpiado hace poco y se pasaba muy bien por ella. Con unos tramos muy agradables llegamos al relajante entorno de la Fuente Cuenca, que habíamos utilizado en bastantes ocasiones y donde paramos un poco a saborear la calma. Todavía parecíamos los únicos que se habían echado a disfrutar del monte en esta magnífica mañana.




 Llegamos al Puerto de Arenillas, cruzamos la carretera y enfilamos la pista que nos subiría en zig-zag hasta arriba. Sabíamos que el ascenso era algo exigente y comenzamos a subirla sin prisa pero sin pausa. Después la pista se convierte en senda y cogíamos almendras del suelo cuando ésta atravesaba algunos pequeños campos de almendros. Ante nosotros y conforme ganábamos altura, se erguía desafiante la figura del Pico Pina, referente de muchas de nuestras rutas.


Una de las ventajas de cambiar el sentido de la ruta fue que hicimos casi toda la subida en sombra, ya que la misma montaña nos iba protegiendo y el sol quedaba detrás, con lo que todavía se hizo más llevadera.



 Llegamos al poste del PR y nos desviamos a la izquierda para llegar hasta el vértice.


 Como he comentado, el día se presentaba especialmente luminoso y claro y decíamos que parecía que le habían cambiado la bombilla al sol recientemente. Nos dispusimos a almorzar a la sombra de unas carrascas con una brisilla estupenda y unas vistas de auténtico privilegio, tanto como el café granizado con que nos obsequió Herme a los postres, en ausencia de Mari y Karmen, que son quienes lo suelen traer.






Aquí podéis comprobar el día tan claro que hacía, con la figura del Pico Pina, que parecía que estaba ahí al lado y la vibrante gama de colores con que se nos presentaba, que parecía que fuera primavera.




Volvimos a la senda pero caminando en esta ocasión por una agradable pistilla que llegaba hasta el vértice y buscamos un sitio para que Herme se quedara a esperarnos bajo la agradable sombra de unas carrascas mientras que Manuel Carlos y yo hacíamos una rápida escapada para ver los acantilados que dan sobre las Canteras de Gullirno.


A buen paso nos dirigimos hacia un valle, que nos llevó sin problemas hasta nuestro punto de observación. Encontramos a nuestro paso un ejemplar de arce que ya presentaba el juego de colores otoñales.


Llegamos hasta el punto donde no podíamos seguir más y pensamos que había valido la pena el esfuerzo para contemplar el espectáculo que se abría ante nuestros ojos. Nos hubiera  gustado asomarnos al circo que se veía más allá, pero tendríamos que haber ido desde el vértice intentando no perder altura para verlo desde la loma que aparecía a nuestra izquierda. Queda pendiente para la próxima vez.




A paso vivo y ahora subiendo, llegamos donde Herme casi se había dormido plácidamente y volvió a tirar de nosotros con energias renovadas, mientras enfilábamos el descenso por el PR a través del bonito Barranco del Jalmero.








 El barranco se acababa en el agradable lugar donde se encuentra la Fuente de la Alcabaira, de la que caía un hilillo de agua y que se notaba frecuentado por los rebaños de ovejas




En nuestra modificación del PR, habíamos elegido abandonar la pista más pisada que lleva hasta Caudiel y seguir por la que discurre la Cañada Real del Collado y Sabinar, para no tener que atravesar la población.


Nos pareció acertada la elección del sentido de la marcha, aparte de por lo ya comentado, porque en el final de la ruta se van encontrando una sucesión de fuentes con las que ir refrescándose, como la de la primera imagen nada más llegar a la carretera y desde la que sale un paseo por el que se puede continuar, y un poco más tarde, la Fuente Griela, situada en un parquecito.


 Acortamos por un campo en desuso y llegamos al Área recreativa del Molino a  las 13:20 horas, donde teníamos los coches y donde procedimos con el reconfortante y merecido baño de pies.


Una ruta que nos ha dejado un buen sabor de boca, donde la temperatura ha sido muy agradable y la atmósfera estaba muy límpia, haciendo que pudiéramos disfrutar de las vistas, del monte  y de la compañía, en un entorno natural donde cada sábado nos sentimos privilegiados por el simple hecho de poder salir al monte a caminar, cada semana admirando y conociendo parajes distintos.



 Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE

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