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La ruta propuesta para este sábado era subir al Vértice Geodésico nº
136 en altura de la Comunidad Valenciana, Cantón,
con 995 m de altitud, situado en el Término Municipal de Puebla de Arenoso,
Castellón.
Esta sencilla, pero bonita
ruta en forma de ocho, nuestro amigo Simón Corresendas la había hecho tres veces en
año y medio, lo que garantizaba que era muy de su agrado y estoy seguro que también
del nuestro.
Aquí
tenéis el enlace a su crónica para que podáis ver su relato.
Le
haríamos dos cambios. Uno para subir al vértice, como nos es preceptivo, en el
que buscaríamos cómo roer el queso para subir hasta él, ya que ellos no
subieron.
El
segundo es que ellos, después del vértice, continuaban hacia el Norte y
rodeaban la loma de El Higueracho, siguiendo después 700 metros por carretera
para darle la vuelta. Nosotros aquí, antes de llegar a la loma tiraríamos hacia
la derecha intentando seguir la Vereda de Montán a Cortes de Arenoso. De este
modo nos evitaríamos el asfalto y acortaríamos un poco la ruta.
Para
llegar al punto de inicio seguiríamos la A-23 hacia Teruel. Tomaríamos la salida
42 hacia Caudiel y pasaríamos por Montán y Montanejos, continuando unos 3
kilómetros hacia Puebla de Arenoso para aparcar en la misma presa del Embalse.
Comenzaríamos
a caminar por encima de la Presa del Embalse de Arenoso y después tomaríamos una
senda en ascenso que nos llevaría a las ruinas del Mas de Sancho. Continuaríamos
por senda para subir a la Muela del Cantón, desde la que hay unas
vistas espectaculares del pantano.
Después
seguiríamos por el borde de la muela hasta llegar a la altura del montículo
rocoso donde se encuentra instalado el vértice Cantón y buscaríamos una forma de
subir hasta él. Bajaremos por el otro lado y continuaríamos hasta enlazar con la senda que llevábamos antes. Desúés estaríamos atentos para desviarnos hacia la derecha y seguir la dirección de la
antigua Vereda de Montán a Cortes enlazando de nuevo con el track de Simón.
Seguiríamos
en descenso por sendas que nos llevarían de nuevo a pasar por el Mas de Sancho,
donde cruzaríamos el lugar por donde pasamos a primera hora y seguiríamos rectos
en dirección Este pasando por el Mas de la Ardachera. La senda nos bajaría hasta la misma agua del pantano y bordeándolo cerca
de la orilla regresaríamos a los coches.
Aquí
podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre el track para que os hagáis
una idea fiel del recorrido:
A la cita acudieron Mari, Pili, Jose, Manuel Carlos y un servidor. En el pantano también nos esperaba Javi Nieto, vecino de Montanejos, que se había puesto en contacto conmigo durante la semana al ver la ruta que íbamos a hacer y me comentó que fue él quien, cuando no existía, la planeó y la desbrozó. Nosotros encantados de que nos acompañara.
Aún era de noche cuando, un poco antes de las 8 llegamos al pantano y había un poco de niebla.
Comenzamos a caminar por encima de la presa y tras pasar los aliviaderos obviamos un camino que bajaba por la izquierda.
Más adelante llegamos a un cruce de caminos donde, tras pasar una cerca de alambre para las vacas, enseguida tomamos una bonita senda en ascenso entre los pinos. El recorrido carece de marcas a no ser unos puntos azules que Javi marcó en su momento para que sirvieran de guía.
La niebla, que en esta ocasión por fortuna era leve, le daba un toque especial a las vistas.
Las vistas del amanecer. En cada ruta son distintas y únicas.
La senda nos iba subiendo con rapidez mientras escuchábamos las explicaciones que nuestro acompañante de excepción nos iba relatando y nos mostraba algunos cortados con manchas blancas de los buitres que acostumbraban a detenerse en sus rocas.
Llegamos a las ruinas del caserío de Mas de Sancho, donde se encontraba el cruce de nuestra ruta en forma de ocho y entre las brumas se adivinaba el perfil de la Muela del Cantón, por donde en breve caminaríamos por su borde.
Cruzamos el caserío en dirección Norte y continuamos con lo nuestro.
A lo lejos podía verse la silueta del Pico Pina.
Y abajo, parte del Embalse de Arenós, desde donde habíamos partido.
Ya nos encontrábamos en el borde de los acantilados de la Muela y podíamos ver allá abajo el discurrir de la senda que tomaríamos cuando hubiéramos dado la vuelta a esta elevación.
Las vistas, como podéis comprobar, son espectaculares y la caída de unos 100 metros a pico, también. Buscamos un buen lugar para almorzar, en unas rocas al lado del precipicio y con unas panorámicas de lujo procedimos a disfrutar del momento.
Desde allí, detrás nuestro, teníamos a la vista el montículo donde se encontraba instalado el vértice, para el cual no hay senda para subir y decidimos atacarlo directamente. Nos fuimos yendo un poco hacia la derecha y enseguida encontramos buen paso. Los que no quieran subir, pueden continuar por la senda bien marcada.
Una vez en la parte superior parecía el día de los Huevos de Pascua y todos nos pusimos a buscar el vértice, que al final encontramos detrás de estos pinos.
El vértice Cantón se encuentra oculto por los pinos e instalado encima de un montón de piedras y, aún con el suplemento que tiene, carece de vistas, por lo que hasta aquí sube muy poca gente.
Una vez hecha la foto testimonial procedimos a buscar un sitio para bajar. Lo hicimos continuando nuestra dirección, dirigiéndonos en principio hacia la derecha para después hacerlo hacia la izquierda siguiendo los aún distinguibles antiguos bancales. La subida y la bajada a este montículo del Cantón fueron la nota aventurera buscando las mejores zonas para subir y bajar.
Enlazamos con la senda de Javi y llega un punto en que debíamos desviarnos hacia la derecha porque en el plano topográfico había visto que por allí discurría antiguamente la Vereda de Montán a Cortes de Arenoso y así nos íbamos a evitar el asfalto y la vuelta a la loma del Higueracho. Sorprendidos agradablemente vimos que, como nos había comentado Javi, él ya había pasado por aquí en otras ocasiones y que, además, cuando hicieron el Trail de Montanejos, lo trazaron también por aquí y desbrozaron y limpiaron las sendas, con lo cual no tuvimos que investigar ya que teníamos el sendero hecho.
Desde la senda asomaba a nuestra derecha el cerro del Cantón donde se encuentra el vértice, tapado por una buena maraña de pinos.
Enlazamos con el track por donde fue Simón, pero hubo un momento en que el suyo se iba paralelo unos 20 metros por la derecha. Nosotros continuamos por la bien acondicionada senda. Probablamente, cuando pasaron ellos aún no estaba limpia esta parte.
Volvimos a pasar por la parte inferior del Mas de Sancho y así habíamos completado el círculo superior del ocho de la ruta. Ahora continuamos recto por la senda que veíamos cuando estábamos arriba de la Muela del Cantón, que teníamos a nuestra derecha.
Vimos cómo unos buitres se paraban en unos resaltes rocosos y hacia allí dirigimos nuestras cámaras y con el zoom pudimos localizarlos.
Continuamos por la senda y a la altura de la Masía de la Ardachera hicimos otro cambio al recorrido de Simón. Nos encontramos ante una bifurcación de sendas. Una que continuaba recto y otra que bajaba un poco por la derecha. Javi nos dijo que la que teníamos grabada continuaba y pasaba por un caos de piedras, fruto de un desprendimiento de los acantilados y nos dijo que él consideraba más bonita la otra. Por ello, ante el quorum general, elegimos la de la derecha y comprobamos que Javi tenía razón en cuanto a la belleza del entorno de la senda.
Pasamos al lado de un carrasco centenario y continuamos en animada conversación, siempre en descenso hacia las aguas del pantano.
Nos acercamos a ver las aguas, aunque como no ha llovido nada en mucho tiempo, el embalse no mostraba todo su poderío.
Echando la vista atrás podíamos ver la muela Redonda, la de la derecha, que es la que pasamos por detrás y a su izquierda la Muela del Cantón, por la que anduvimos por el borde y a la que dimos la vuelta.
Después volvimos un poco sobre nuestros pasos para no molestar a un rebaño de vacas que descansaban cerca de las orillas y continuamos por la preciosa senda que en este momento circularía siempre paralela a las aguas del embalse, llenando nuestras retinas con sus azules turquesa.
Un poco más allá pudimos comprobar lo crecido de la colonia de buitres que habitan esta zona.
En la otra orilla del pantano podía verse un montículo en el que los moriscos habían tenido una pequeña fortaleza y al que se puede acceder desde el otro lado. Nosotros continuamos por la senda sin dejar de mirar a la derecha para no perdernos nada de la película.
Llegamos al punto de confluencia con el camino que habíamos tomado por la mañana y que cerraba el círculo inferior del ocho. Pasamos por el aliviadero que muestra una imagen de vértigo cuando te asomas a él y, cruzando de nuevo la presa, llegamos a los coches.
Una ruta fantástica por la calidad de sus sendas, que en principio comenzó a desbrozar y marcar Javi, nuestro acompañante de lujo, por gusto y porque le pareció un recorrido interesante y que después se utilizó en gran parte para el recorrido del Trail de Montanejos, con lo que procedieron a limpiar las sendas por las que pasaba la carrera.
La subida y bajada al montículo del vértice no es necesaria porque no aporta vistas, aunque como para nosotros es un requerimiento, ese tramo nos ha dado el plus de aventura y de investigar por dónde pasar que tanto nos gusta.
Lo dicho, las sendas una pasada, las vistas más de lo mismo, como habéis podido comprobar en las imágenes, sobre todo las que se pueden apreciar desde la Muela del Cantón. Como siempre, hay que observar las debidas precauciones cuando se camine por el borde del acantilado, ya que hay una caída vertical de unos cien metros.
Agradecer a Manuel Carlos y Jose el envío de sus fotos, con el que así hacemos un reportaje más completo y a Javi su labor y lo que nos transmitió de su conocimiento de éste su terreno y despedirnos hasta la próxima de la que ha sido, sin dudarlo, una buena ruta.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí:
PABLOONCE
¡Hola Pablo!, eres un máquina, como tu bien dices el Vértice no aporta mucho, pero la ruta si ya era bonita, ahora con la limpieza de la senda desde la carretera hasta enlazar con la senda que nos vuelve al Mas de Sancho, es la ¡leche!. Me alegro y mucho. No te quiero ni contar como estaba eso de aliagas, pero al final se consigue.
ResponderEliminarSabes que recibí un correo, para que quitara la publicación de mi Blog, lógicamente no hice ni caso.
Una preciosa ruta mejorando la mía.
Un abrazo
Pues sí, Simón. Gracias a gente como Javi la gente puede disfrutar de este recorrido y después de que el trail de Montanejos lo organizaran por gran parte de esta ruta, está todo el sendero desbrozado y limpio. Una gozada.
EliminarUn abrazo.
Hola Pablo!
ResponderEliminarUna gozada compartir con vosotros esta ruta, que a mi parecer es una cinco estrellas. Hacia tiempo que quería subir al vértice y al final lo he hecho; ahora me he propuesto desbrozar la subida, pero eso si, subiendo y bajando por el mismo sitio para ahorrarme faena.
A ver si coincidimos por otras rutas, saludos.
Hola Javi, el placer ha sido nuestro. Vuelve a salir con nosotros cuando quieras.
ResponderEliminarSaludos.