A la cita acudieron Mari, Pili, Ana, Jose, Kiquet, Manuel Carlos y un servidor. Cuando miraba la clara Luna llena de la noche anterior a la salida, me preguntaba qué tiempo nos haría y si solventaríamos con éxito las incógnitas de la ruta que íbamos a emprender esta semana.
Llegamos al punto de inicio a las 7:45 y mientras nos preparábamos hicimos tiempo para que amaneciera y acabara de escampar una fina llovizna que nos acompañaría a ratos durante casi toda la jornada.
Desde el mismo aparcamiento junto a la piscina de Lucena, tomamos la pista cementada que nos iría bajando y que desde allí se denomina Ruta dels Molins, ya que en su recorrido a lo largo del río Lucena, pasa por bastantes molinos antiguos.
La población de Lucena, vista desde esta perspectiva. se parece mucho a Vilafranca.
Comenzamos a descender siguiendo el sendero, que pronto nos haría coincidir con el trazado del PRCV-79 que va desde Lucena hasta Sant Joan de Penyagolosa. La Ruta dels Molins se encuentra tan bien acondicionada que Andacontiocanya decía de ella que parecía una "ruta del colesterol" de las que hay en muchos pueblos, aunque en realidad se trata de un sendero muy cuidado.
En el lecho del río vimos algunas pozas aptas para el baño aprovechables en épocas también más aptas para ello.
A la altura del Barranc de Les Cassoles cruzamos el río por un puente de cemento para seguir la pista de la Talaia.
El ascenso por la pista es constante y nos alejaba rapidamente del pueblo ofreciéndonos las primeras vistas. Coincidía en este tramo con el PRCV-326. Un pr circular que sube por las pistas y regresa a Lucena en el sentido de las agujas del reloj.
Nuestro gozo en un pozo. Donde teníamos que coger el Camí de Xodos nos encontramos con uno de nuestros mayores enemigos. Siempre pienso que los máximos enemigos de nuestras rutas son los perros, cuando los hay sueltos cerca de las masías, los cazadores y las vallas de cotos y fincas particulares. Los primeros son casuales y no se pueden prever, pero las vallas de los cotos y propiedades deberían figurar en los mapas para que pudiéramos identificarlas y no aparecieran cortando caminos por sorpresa.
En cuanto a los cazadores, con los recursos tecnológicos que existen hoy en día, deberían buscarse soluciones como que para realizar una actividad peligrosa como lo es ponerse a pegar tiros por la montaña, que generalmente es monte "público", tuvieran que pedir permiso en la página web de la Consellería correspondiente o en la de la Sociedad de Cazadores y que se publicara en internet con, por ejemplo, una semana de antelación los lugares donde tienen previsto hacer alguna batida de caza esa semana y así nosotros (los senderistas, ciclistas, paseantes o público en general) podríamos tener acceso a esa información y trataríamos de evitar esas zonas "okupadas" los días en cuestión y nos desplazaríamos para realizar nuestro saludable (y no peligroso para nadie) deporte, a otras más seguras, y así todos estaríamos casi contentos y seguros. Pienso que así todos ganaríamos.
Hay que tener en cuenta que los grupos como nosotros podemos hacernos más de 100 km en coche y llevamos preparada una ruta en particular para hacer ese día y resulta un total inconveniente que por la sola suerte de la lotería coincida que donde has previsto andar, se les haya ocurrido a otros hacer una batida de caza y no te permitan el paso. Nosotros con nuestra actividad no molestamos a nadie ni impedimos a nadie que siga su curso, ni los ciclistas tampoco, pero los cazadores sí que nos impiden a todos que transitemos libremente, pon una simple cuestión de seguridad. Entonces ¿por qué no organizarlo? Es fácil.
Falta que algún político no se dedique a prohibir sin más, haga gala de la inteligencia que se le supone y por la que se le ha elegido para que ocupe ese sillón y cobre ese sueldo; se ponga al servicio de "todos" y trate de implantar alguna solución inteligente y de sentido común.
Volviendo a la ruta, nos encontramos en el camino que queríamos seguir con una valla de reserva de caza y al estar la veda abierta no quisimos exponernos. Pensamos qué hacer y decidimos seguir el trazado del PR-326, con el coincidíamos de momento, aunque eso nos iba a alejar de nuestros objetivos y su recorrido era todo por pista.
En estos momentos pensaba que nuestra ruta prevista se había frustrado y que teníamos que improvisar otra, pero de todas formas habíamos salido a disfrutar de la mañana en el monte y eso sí que lo íbamos a hacer.
Aprovechando que comenzaba a lloviznar de nuevo, paramos a almorzar debajo de unos pinos y después continuamos nuestra marcha.
Habíamos decidido ya continuar con el PR pero apareció ante nosotros una pista por la izquierda que nos acercaba algo a nuestro track previsto y consultando el mapa y como la valla de la propiedad había acabado hacía rato, decidimos investigar un poco. La pista nos llevó hasta el Mas del Puerto, abandonado y que tenía cerca de él unos hermosos ejemplares de roble.
Atravesando la masía continuaba una fina senda y decidimos seguirla. Vimos que nos iba dirigiendo hacia el vértice y al final volvimos a encontrarnos con la valla del coto pero había una portera y se encontraba abierta. Ahora la cruzamos, la cerramos tras nosotros y continuamos. Enlazamos con el track y lo seguimos. La senda abocó en una pista que pasaba por encima de una masía con vacas.
Cogimos la senda que teníamos marcada en el mapa, aunque por aquí se ve que no pasa nadie y se encontraba bastante llena de vegetación.
Contra todo pronóstico ¡¡lo conseguimos!! Mira que somos cabezotas, jeje.
Tras pensar en lo que íbamos a hacer a continuación, ya que el desvío que habíamos hecho por el PR al encontrarnos la valla había alargado en varios kilómetros nuestro recorrido, decidimos intentar completar el original.
Continuamos pues por la senda, que nos volvió a dirigir a la pista y nos encontramos en el punto en que según los mapas antiguamente existió una vía pecuaria que bajaba hasta el río. Nos salimos de la pista e intentamos bajar por un azagador olvidado por los tiempos e invadido completamente por la vegetación. El recorrido era sin dudas aventurero, pero las ramas mojadas por la llovizna nos estaban empapando.
Tras un descenso "exigente" en el que nos fuimos desplazando a la derecha, hacia el abandonado Mas de la Talaieta buscando el mejor paso, llegamos al borde de los acantilados.
Los bordeamos un poco hacia la izquierda para ver si encontrábamos algún paso. Por aquí, no.
Allí abajo estaba el río, donde teníamos que llegar y la pendiente era considerable.
¡Qué pequeños somos ante todo esto!
Por aquí tampoco.
El pueblo y los coches se encontraban en aquella mancha blanca, al fondo.
Hacia abajo no se veía posible continuar. Parecía observarse desde aquí un rastro de sendilla que iba debajo de los cortados y al final, según el mapa, podíamos conectar con una pista. Pero también era arriesgado. Consultamos los mapas y decidimos volver hacia arriba para enlazar con la pista de la que habíamos bajado y abortar el intento de descenso.
Para subir tuvimos que hacer unas trepaditas divertidas y no nos costó mucho llegar a la pista.
En el horizonte asomaba una puntita y no podía ser otra cosa que nuestro Penyagolosa.
Los buitres esta vez también se tuvieron que buscar otras presas.
Pasamos por encima de la masía de las vacas que habíamos intuido entre la niebla cuando subimos al vértice, al que veíamos ahora claramente, asomado en la cornisa rocosa.
Ahora el planteamiento era regresar por el camino que debíamos haber hecho a la ida y que nos llevaría, ya que estábamos dentro del coto, a la valla que no habíamos querido cruzar por la mañana y a la que llegaríamos ahora por dentro.
Las vistas del valle del río Lucena son magníficas y estas montañas están pobladas de un verde que parece ya primaveral.
Llegamos al río y a la Ruta de los Molinos de nuevo e invertimos el recorrido matinal.
A lo lejos se veía la cuesta que nos esperaba como regalito final.
Al llegar a la Font del Pisador, tomamos una pequeña variante que pasa por un molino, unas pozas y nos llevó por encima de una acequia.
Cruzamos este curioso puentecito y enlazamos de nuevo con el sendero balizado, por el que continuamos.
Al llegar al pueblo por las casas que dan al barranco pasamos por esta fuentecita de la que cargaban agua en garrafas y sin más terminamos nuestra ruta.
Una ruta que se ha visto alterada por dos contratiempos. El primero al encontrarnos con la valla de un gran coto de caza en el que al principio no quisimos meternos. Y el segundo al no encontrar una bajada válida por los alrededores de lo que aparecía en el mapa pintado como una vía pecuaria, que dificil está que transcurriera por allí, pero en fín. A nosotros nos ha servido de aventura y para pasar una mañana de sábado llena de acontecimientos.
Al final ha resultado mejor la elección que hicimos de continuar intentando seguir el recorrido previsto, ya que a mí no me hacía mucha gracia tampoco el seguir el PR-326 en su totalidad con sus casi 22 km por pista. Si lo hubiéramos seguido podríamos haberle hecho una variante y a la altura del Mas de Bou, coger una pista por la derecha que baja hasta el Barranco de Les Cassoles y lo recorre hasta el río, con lo que nos hubiéramos ahorrado un buen trecho. Es otra posibilidad.
Como decimos a veces, bien está lo que bien acaba y con esto nos despedimos hasta la siguiente.
Como siempre una gran ruta Pablo, y con unos paisajes fabulosos, ¡¡¡esos zooms al gegant!!!...a este paso no te vas a dejar ni un vértice.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo en lo que dices de que los cazadores deberían de hacer un calendario de donde van a hacer sus batidas y publicarlo en la web del pueblo donde vayan a hacerlo...vale que antes no habían medios para hacerlo, pero ahora es que ya no tienen excusa.
En mi próxima entrada (que publicaré mañana o el martes) hago una reflexión parecida a la tuya, puesto que el sábado pasado me topé con una batida y en mi caso si que tuve que abortar lo que estaba resultando un rutón en Almedíjar.
Un saludo.
Las vistas del Penyagolosa siempre son como un imán. Para mí que esas piedras son de magnetita, jeje.
EliminarBuf, siento lo de los cazadores. Esta desorganización es lo que tiene y a Espadán lo llevan frito. Te arruinan el día.
Saludos.
Hola Pablo.
ResponderEliminarLlàstima no poder trobar camí de baixada al riu, haguera eixit una ruta espectacular. Per sort no vos va ploure tot el dia i les fotos després de la pluja sempre són molt més boniques, com si els colors foren més nous o acabats de llavar.
D'altra banda la paleta de "reserva de caza" no vol dir que siga un coto privat, tot el contrari. Dins els cotos (que ocupen un municipi) han d'haver, segons el pla de gestió, una zona de caça acotada, què són les paletes que trobem normalment, una zona de caça lliure, que no solen assenyalar perquè allí pot caçar tot el món, no només els socis del coto (i sol ser la zona on no hi ha cacera), però també una zona de reserva on està prohibit caçar, i solen fer-la a finques particulars o zones amb poca cacera (i també una zona on entrenar els gossos on es pot caçar tot l'any). Així que si haguereu passat no haguereu trobat cap escopeta.
D'altra banda les batudes oficials han de tindre permís de conselleria i assenyalar-les un dia abans amb cartells, i així i tot no poden prohibir el pas (sobretot si són camins públics).
El problema sol ser que els senderistes no coneixem les maneres de fer dels caçadors (i al revés).
Per sort vau poder fer el cim així que no caldrà tornar a fer ruta, i anima't, la temporada de caça acaba el dia 6 de febrer.
Una abraçada i fins l'altra.
Hola Xavi, ¿ves como hubiera estado bien que vinieras a la ruta? Además, te hubiera gustado la aventura. Pues sí, parcece que nos equivocamos con lo del cartel, pero es que justo antes estábamos hablando sobre los peligros de los cazadores con los senderistas y apareció la valla con el cartel. Es como si están contando historias de fantasmas y tienes que salir fuera a mear... jeje.
EliminarGracias por la aclaración.
Saludos.
Vaig estar dubtant d'anar fins a l'últim moment però és que havia promés als companys fer este cap de setmana una ruta "sense aventura" per sendes on almenys haguerem passat una vegada. Que ja tocava després de més d'un mes d'aventura cada setmana.
EliminarEstimado Pablo y colegas senderistas,
ResponderEliminaryo ya he firmado la campaña de change.org para que nos dejen acceder al monte publico. Parece ser que quieren limitarlo más y hacerlo exclusivo para los cazadores.
Movilicemonos.
El link:
http://www.change.org/es/peticiones/sr-arias-ca%C3%B1ete-ministro-de-alimentaci%C3%B3n-agricultura-y-medio-ambiente-no-prohiba-a-senderistas-y-ciclistas-la-circulaci%C3%B3n-por-caminos-p%C3%BAblicos?share_id=leUkIIgmck&utm_campaign=share_button_mobile&utm_medium=facebook&utm_source=share_petition