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jueves, 13 de abril de 2017

0213 - (Investigación) Vértices Geodésicos C.V.: Cuesta Millares (799 m) / A+ 683 m / 23,86 km

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Esta semana la ruta propuesta era subir al vértice nº 213 en altura de la Comunidad Valenciana, Cuesta Millares, con 799 m de altitud, situado en el Término Municipal de Cortes de Pallás, Valencia.
El vértice está situado en la planicie superior de la Muela de Cortes, pero hacerlo por arriba era muy soso y me dediqué a buscar una alternativa. Vi la existencia del  PRCV-251, sobre el papel, porque no fui capaz de encontrar ningún track de alguien que lo hubiera hecho. Este PR lineal salía de Cortes, se dirigía a la central y después iba por encima de una faja hasta que subía cerca del Vértice dirigiéndose a la aldea de Otonel.


Me propuse utilizarlo pero sólo tenía la descripción del sendero de la Federación de Montaña, que a mí se me antojaba muy confusa y el dibujo del sendero sobre un mapa. Suponiendo entonces que estuviera bien dibujado, aunque con mis dudas, me tracé una ruta teórica con mis mapas y lo cargué en el GPS y a ver lo que salía.
Para esta ruta no se había apuntado nadie así que tenía toda la libertad para intentar cosas y si veía que no funcionaban, almorzar donde fuera y darme la vuelta. Total, no se iba a enterar nadie, jaja.
El regreso, para hacerlo circular, lo tenía previsto continuando desde el vértice hasta llegar a la Balsa de la Muela y se me había ocurrido ver la posibilidad de pasar  por la parte de la muela que da a Cortes, es decir por encima del enorme tubo que baja. Al menos no quedarme sin ver esa imagen y que no me lo contaran, ya que si se pudiera pasar sería un tramo muy corto para unir con el sendero que va hacia La Cortada y sube desde Cortes.

Si no se pudiera, como desde el principio me imaginaba, pues daría la vuelta a la Balsa en sentido contrario hasta esa senda ya conocida y bajaría hasta el pueblo.
Cómo veis alicientes no faltaban. Aquí tenéis la simulación del vuelo sobre el track que he preparado para que os hagáis una idea fiel del recorrido. 

Dejé el coche en el parking que está nada más llegar a Cortes y me planté junto al cartel del Sendero de Otonel pensando: ¡A ver cómo te portas. Ya que no hay track, al menos que haya marcas que poder seguir!


Según la descripción que portaba, comencé a subir por la carreterilla que nace detrás de la Cooperativa hacia la Central Hidroeléctrica. De entrada ya había visto que había una incongruencia en el sendero que había visto dibujado, ya que el que lo haya puesto lo pasaba debajo del tubo que baja de la muela, y por allí lo suponía imposible, luego ya tenía la primera incógnita.


Como estaba previsto llegué a la Central y todo eran vallas y anuncios de prohibido el paso.


Según la descripción, que era distinta del dibujo, se debía dejar la central a la derecha, pero allí no había ni durante la subida, ni en el sitio, ninguna marca de PR, por lo que supuse que el senderete no me iba a dar muchas facilidades.
Me asomé a la esquina para ver si podía bordearla pero no vi ningún rastro ni en principio posibilidad de continuar por allí, y más a ciegas. Ufff.


Vale. Plan B. Vuelvo a bajar con rapidez hacia la carretera. En ésta y en todas las de investigación debes aprovechar caminar rápido cuando tengas la posibilidad, ya que seguro que en los tramos de duda se pierde mucho tiempo y eso va en tu contra. Más tiempo: más esfuerzo: más cansancio: menos agua... Es todo una cascada que hay que intentar aligerar.


Sí, el pantano y las amapolas muy bonitas ¡Ya veremos!




El plan B era bajar a la carretera y caminar por ella hasta llegar al desvío que va hacia Otonel. Comenzar a subir por ella y después ya improvisaría una unión con el track previsto en algún punto. De camino me encontré a un paisano y le pregunté. Me dijo que el sendero estaba sin marcar y que el inicio sí que era por detrás de la Central, donde yo había estado mirando, pero que con las lluvias de este invierno había habido desprendimientos en esa parte de la montaña y que por allí no se podía pasar o que al menos él no me lo aconsejaba y me dijo que lo más correcto era lo que yo iba a hacer ahora. Y se despidió de mí con un ¡Buena ruta! que escondía en su mirada un ¡ya veremos!


En la subida se aprecian las reparaciones hechas tras los desprendimientos.








Llega un momento en que veo que la carretera sigue recta y a mí ya no me interesa porque se aleja, por lo que busco una pista por la derecha que me acerque a las fajas que veo allá arriba y por donde tengo marcado el track. A lo lejos veo que la pista que llevo termina en una casa con un perro ladrando advirtiéndome de que por allí ni me acerque, por lo que subo por mi derecha por un barranquillo con bastante pendiente, que está limpio al principio y que enseguida se enmaraña de vegetación como podéis ver en esta imagen que tomo a la vez que aprovecho para respirar. El viejo truco.


Subo a la primera faja, pero el track va por la faja superior. Mirad el perfil que tengo por delante. Tengo que subir en algún momento encima de esa faja de rocas naranjas y es bastante alta. Espero que en algún punto se suavice y pueda lograrlo.



Me dispongo a caminar y dejarme de fotitos. No hay que perder ni un segundo porque esto se adivina que va a ser largo y duro. El caminar por esta faja es incómodo. Por el borde se va demasiado cerca y es peligroso y hay que ir muy despacio y en cuanto te metes un poco más adentro, tienes que luchar con los romeros, pero intentándolo unas veces con más y otras con menos fortuna, voy progresando.





Veo allá arriba una especie de cueva o abrigo en la roca y busco la manera de subir hacia allí. En otras ocasiones me ha ido bien el caminar junto a las paredes. Se forma como un pequeño pasillo entre la pared y la vegetación, en donde le cuesta crecer a los matorrales ya que suele haber cascotes.


Miro hacia atrás y veo el pantano allá abajo, muy lejos. He recorrido bastante tramo y no me gustaría repetirlo de vuelta.


Llego a la base de las rocas y creo que tengo suerte y que mis suposiciones eran ciertas. Por allí me tengo que pelear menos y además si hay que atacar en algún momento la subida tendré que estar cerca para hacerlo. Como decía  Sun Tzu en "El arte de la guerra": "Permanece atento y aprovecha cualquier debilidad del enemigo". Compruebo que el abrigo no es nada del otro mundo y me dispongo a seguir la faja hacia la izquierda con la esperanza de que en algún momento se me permita la subida.




Al girar el recodo veo que la muralla de rocas continúa. Esta ruta se podría titular "Ya veremos", pero continúo hasta bordear aquella nueva punta y ver lo que hay detrás.





Al final veo un sitio en que el nivel de altura a superar se hace más o menos asequible. El trayecto es corto y la pared no es tan vertical y favorece un poco la escalada por su inclinación. Veo un punto en que son sólo unos metros y que puedo hacerlo ya que la roca tiene buen agarre. Subo y me alegro porque ya debería estar encima del PR, pero el rastro, cuando lo hay, es muy difuso y a veces se pierde. Además no veo marcas pero se camina mejor por encima de esta faja. Aprovecho y camino rápido siempre que puedo. Un poco más allá veo que si hubiera continuado por abajo hubiera llegado a este punto que os pongo en la imagen, por donde la subida hubiera sido más sencilla. Recomiendo subir por aquí.


Caminar por el borde de la faja es muy gratificante, aunque veo que me queda mucho por delante y que mi recorrido se ha visto enlentecido por los pasos por los romeros y las investigaciones.



Aunque parezca que al ir por el teórico PR ya está todo hecho, el rastro se pierde con facilidad y creo que nos vamos encontrando de nuevo porque vamos en la misma dirección. 


Ale ¿Querías fajas?



Bajo de esta cascada seca veo una marca de PR ¡ Aleluya! Continúo.



El trazado ahora, continuando por el borde, se escora hacia la derecha para superar el Barranco de Bujete y caminar por su otra vertiente. Abajo se ve una gran poza de agua.



Menos mal que éste es el arroyito que tengo que cruzar.


Ya estoy en la otra parte. Por encima de esa faja he venido hasta el barranco.


Sé que, al girar, lo que tenga delante será otra incógnita. Había visto que el PR previsto encaraba de frente una subida con mucho desnivel. En algún momento veo una caña con una señal amarilla pero no sé lo que quiere significar. De todas formas se puede tomar como referencia para estar atentos a cualquier sendilla que suba por la derecha.


Como en este punto la senda es clara y muy buena, yo decido continuar para ver si la subida puede ser más asequible un poco más adelante, pero al girar un recodo veo que por aquí no.


Desde la comodidad del sillón de casa, frente al ordenador y mis herramientas y a posteriori, veo que la senda que en ese momento me preguntaba que hacia donde iría, sube después en cómodas lazadas y llega hasta el vértice. Esa hubiera sido una muy buena solución para subir. Podéis verla a continuación de mi track recorrido, a la izquierda.
Desde luego la más cómoda, pero yo en ese momento no lo sabía y además quería seguir lo más fielmente que pudiera el recorrido del imaginario PR. Miré hacia atrás en esta foto y vi que tendría que regresar bastante tramo para intentar subir por donde lo traía marcado, sin saber si podría.




Miré hacia arriba de donde yo estaba parado y me dije...pues por aquí. Despacio y con calma creo que podré subir.



Hecho, cuesta un poco por el desnivel y por los romeros, pero se sube. Esto es lo que se ve cuando llegué al punto por el que teóricamente había que haber subido. Bueno, también se ve asequible.

Miro hacia la derecha. En ese momento no caigo pero dentro de un rato tendré que recorrer por arriba toda esa nueva faja que se ve al fondo. Ufff, me estoy cansando sólo de contarlo, jeje.


Tengo que ir hacia ese espolón rocoso.


Cuando llego cerca, el sendero y el track me guían hacia la izquierda pero me ponen una cruz en la roca. Vale. Veamos hacia la derecha.



Voy hacia la derecha y me encuentro con otra cruz. Joder, hubiera gritado a las alturas que mandara una señal. Nada, no me la mandan, pero las marcas sólo me dan la alternativa de seguir de frente. Los que han pintado las cruces podrían haber pintado también una marca arriba en la pared, para que sirviera de confirmación.



Subo hasta las rocas y las bordeo por la izquierda. Al final enlazo con una senda que sube y eso que había allí una cruz y veo más adelante a mi derecha una salida hacia la parte superior.


Bien. Ya estoy arriba. Conseguido.

Ahora veo a mi derecha la Balsa de la muela de Cortes, donde tendré que llegar más tarde y a mi izquierda la silueta del vértice junto a aquel solitario pino. Vamos para allá, que tengo que almorzar.




Llego al vértice y me dispongo a disfrutar de un merecido almuerzo. Contento de poder haber sorteado las dificultades y haber vivido esa aventura. Pienso que lo más difícil ha pasado y que lo que viene a continuación lo tengo controlado.
Mientras almuerzo me pongo a mandar audios al grupo de senderismo que hoy no me ha podido acompañar, contándoles mi odisea y así que la vivan un poco ellos también en directo, aunque no vi mucho eco y seguramente verían mi idea como ser un poco pesado con los audios, jaja, pero en ese momento solitario a mí me hacía sentirme cerca de la gente y pensaba que ellos también se imaginarían la ruta.


Termino de almorzar y vuelvo un poco sobre mis pasos hacia la pista. Veo allá enfrente mi siguiente objetivo, pero cuando llegas al borde compruebas que no puedes seguir recto pues hay un profundo barranco, sino que tienes que recorrer  tooooda la faja de la izquierda y volver por el otro lado hasta llegar a la balsa. Menos mal que aún no he tocado el agua. Me va a hacer falta.



Llego a la pista principal y la abandono por otra abandonada. En principio parece que todo va a ser caminar por pista y no me parece del todo mal un poco de comodidad con lo que llevo ya vivido esta mañana.


Vista hacia atrás de lo que voy recorriendo.



Pero llega un punto en que la pista desaparece y hay que volver a caminar sin acercarse demasiado al borde y luchando con romeros y aliagas.  




A veces huyo del borde y camino un poco más hacia arriba, como buscando algún rastro de antigua pista, pero unas veces no la hayo y otras, cuando parece que sí, está mucho más cerrado que por abajo. Nada, lo importante es continuar, aunque sea despacio y pinchándote más o menos, que en este tramo es...bastante.




La balsa allá arriba ¡Pues no queda!


¡Por fin! Se ha hecho largo pero consigo salir de mi batalla con los matorrales que se agarraban a mis pantalones para dificultar mi marcha. Esta imagen es mirando hacia atrás de donde he salido.



Y esto lo que tengo por delante, Vamos, en ese momento a mi me parecía una autopista.


Ésta de la derecha es toda la maldita, larga y pinchosa faja que acabo de recorrer.


Y allí enfrente tenemos la balsa, cada vez más cerca.


Para llegar hay que hacer un pequeño ángulo. Llegar hasta este abrevadero y girar hacia la derecha en ascenso.





Llego a la base de la Balsa y veo allá a lo lejos el pino solitario donde almorcé junto al vértice.


Vale. Ahora desde casa me había propuesto comprobar lo que se vería cuando bordeara la balsa hacia la izquierda. Ya suponía que no se iba a poder continuar por allí porque había que pasar por la parte de arriba del enorme tubo, pero quería verlo con mis ojos (no lo voy a ver con los de otro) ya que estaba allí, aunque suponía un esfuerzo extra de ida y vuelta. Continúe por el borde de la valla hasta un punto en que aquello parece un campo de concentración.


Llego al final de donde se me permite, contemplando unas vistas fabulosas de Cortes y el pantano.



Si se hubiera podido continuar por aquí enseguida habría enlazado con la senda que sube hacia la Cortada, aunque yo la utilizaría para volver al pueblo. Hubiera sido muy interesante y casi llega a ser posible. Pero los que hicieron la valla utilizaron casi hasta el último centímetro y no dejaron lugar para pasar. Sólo eran unos metros, girar la esquina de la valla y continuar por la montaña pero, aparte de ser arriesgado, no sabía lo que había al girar la esquina. Y me dije, ale, ya lo has visto, y comencé a volver para dar la vuelta a la enorme balsa.


Pensaba en bordearla siguiendo junto a la valla pero en un punto la pista me alejó bastante de ella aumentando mi recorrido. No sé si hubiera podido continuar por la valla, pero en ese momento lo que me interesaba era caminar rápido y la pista me lo ofrecía.


La pista se cruzó con una carreterilla asfaltada que se podía tomar hacia la derecha para volver a acercarse a la balsa y la tomé en esa dirección. Al llegar a la valla de la balsa nuevamente, aquí sí que continuaba una pista de tierra que la bordea hacia la izquierda. La seguí y pase por delante del desvío que baja hacia la bonita senda de la Cortada y que viendo más tarde con la cantidad de agua que venía el arroyo de Cortes, los saltos y las cascadas allá abajo deben estar ahora espectaculares, como no se han podido ver por la sequía que había desde hace bastantes años.



Continue con esta parte un poco cansina de la ruta hasta llegar al desvío hacia la izquierda, que me metía en la senda de bajada, a la altura del panel explicativo.


Hacia la izquierda mirando a la balsa podía ver que hubiera podido progresar hasta acercarme al punto donde me había quedado sin poder pasar. Pensé que alguna vez, cuando tenga tiempo para gastar porque sí, me acercaré desde aquí para ver por curiosidad cómo estaba la cosa desde esta parte.


Ahora comenzaba una vertiginosa bajada hacia Cortes. La senda ya la conocía y es una preciosidad, lo que volvió a levantar mis ánimos.


Hay un par de puntos desde los que se tienen muy buenas vistas del pantano y sobre el primero pillé al barquito que casi se me escapaba.













Espectacular la senda.







Llegué al exterior de la población y me recibió esta balsita y su buen chorro de agua que aproveché para refrescarme con gozo.


Un poco más adelante pasé por el lavadero y tentado estuve de meter mis pies en él, pero en su lugar me acerqué hasta la fuente de Chapole, que está al lado y me sacié de un agua fresquísima.







Mirad la cantidad de agua que lleva el arroyo de Cortes.


Y sin  más llegué a la cooperativa y al aparcamiento mirando hacia arriba, hacia esas fajas que había recorrido, recordando y haciendo un repaso a los momentos vividos  y sabiendo que había estado allá asomado hace un rato.









Si alguien se decide a hacer esta ruta espero que utilice los consejos y la información que le he brindado de primera mano y que ya me hubiera gustado a mí tener. Que la haga con precaución y siempre que sea posible que vaya acompañado. La precaución siempre hay que tenerla en el monte, pero caminando cerca de los bordes de las fajas y haciendo algunas trepadas, más aún.
Una ruta aventurera y con muchos alicientes pero dura, así, sin paliativos y sólo para gente acostumbrada. Escribiendo esto al día siguiente, siento satisfacción pero me duelen hasta las pestañas. Hacía mucho tiempo que no me marcaba una de éstas.

Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track, si os atrevéis, pulsando aquí : PABLOONCE

2 comentarios:

  1. Jo Pablo eres un monstruo de la montaña, hay que tener un par para tu solo hacer semejante ruta

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    Respuestas
    1. Hola Riquelme. Que va. Seguro que hubiéramos disfrutado peleando con los romeros si me hubieras acompañado, ja ja

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