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domingo, 25 de noviembre de 2018

2018 - 11 - Titaguas - Fuentes - Pinturas rupestres y buenas sendas / A+ 481 m / 13,80 km

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Este DOMINGO la ruta propuesta era una que el grupo no pudo hacer y sólo la recorrimos Miguel Arce y yo y que podéis ver en el blog. La hicimos en junio de 2016.


Le haríamos unos cambios y además caminaríamos en sentido contrario al de la otra vez, iríamos en el  sentido de las agujas del reloj y así podríamos almorzar en un sitio fantástico, como es la Fuente del Hontanar.




 Saldríamos desde Titaguas y nos dirigiríamos hacia el Abrigo del Tío Escribano y sus pinturas rupestres para continuar hasta llegar a la Fuente. Después de almorzar comenzaríamos el regreso aprovechándonos en parte del recorrido de una carrera de montaña.

 A la cita acudieron Nolo, Mari, Pili, Jose, Manuel Carlos y un servidor y, como es preceptivo, a las 8 estábamos en el lugar de inicio junto a la Fuente Vieja de Titaguas.

Comenzamos a caminar en principio por pista asfaltada para llegar enseguida  a la Fuente la Zarza, que presume de aguas digestivas, pero de la que cae un escaso chorrillo.











Continuamos ya por pista de tierra y al poco tomamos otra en ascenso por la derecha.





Aquí ya comenzamos a disfrutar de la calidad de las sendas que tiene esta zona.





Nos salieron al paso hongos de todas las formas y estilos, favorecidos por la gran cantidad de días de lluvia que llevamos este otoño.



 Un poco más adelante pasamos por la Fuente del Hontanarejo, que siempre he visto seca.







En algunos momentos coincide el trazado del GR con la senda local. Pasamos a continuación por los restos de un antiguo horno de cal. La valla ha caído desde la última vez que estuvimos por aquí hace dos años.





 Los barranquitos mostraban restos de la buena cantidad de agua que había pasado por ellos en estas recientes fechas.



Llegamos al desvío para visitar las pinturas rupestres del tío Escribano y allá que nos fuimos.






En este panel de madera están dibujadas las pinturas que se pueden ver y el juego consiste en competir en localizarlas. Otras veces las hemos visto todas, pero como el día estaba oscuro y nublado, en esta ocasión se nos escaparon algunas.






Volvimos al poste y continuamos siguiendo la senda.








Atentos a la fita de piedras para coger la senda de la derecha en ascenso.






Y llegamos al deseado paraje de la Fuente del Hontanar. Queríamos almorzar aquí porque es un sitio fantástico, por las vistas y la claridad y frescura del agua de su fuente, aunque el día no acompañaba mucho, pero todo tiene su encanto. 



Fantástica foto de la fuente que hizo Manuel Carlos.




En la única mesa que hay en el lugar nos dispusimos a disfrutar y mucho del merecido almuerzo. Menos mal que habíamos llamado antes para reservar :)


Una vez repuesto más de lo que habíamos gastado continuamos volviendo en principio por donde habíamos venido para, a la altura del Corral del Herrero, abandonar la pista y continuar por las preciosas sendas de esta ruta.










En este punto de losas de piedra la senda, lógicamente, se hace menos evidente y hay que echar mano de la intuición (y del bendito Gps).






Íbamos descendiendo y por momentos la bajada ofrecía dudas por si fuera estar el lecho del barranco demasiado enmarañado, pero no, por la izquierda encontramos el paso y después nos pegamos a la pared izquierda del barranquito, por donde estaban los trazos de senda y no había ningún problema.







Cuando estábamos convencidos de que en esta ruta no encontraríamos nada que llevarnos a la boca propio de la temporada, encontramos un membrillo silvestre que tenía algunos frutos todavía.








 Imágenes del paso por el interior del sencillo barranquito.




Llegamos al puente, que tiene un curioso ojo y esta vez lo subimos por la derecha pegados a sus piedras.







Allí veíamos el empinado cortafuegos por el que teníamos que subir a continuación, pero tranquis, que sólo era un pequeño tramo y además hay una senda por su parte derecha. Enseguida llegamos a una pista que lo cruza y la seguimos por la derecha.





Llegamos a la Fuente de la Hoya del Hacha, también con un buen caudal.


Continuamos combinando pistas y sendas hasta que nos salimos haciendo un sencillo campo a través que nos llevaría a la pista que lleva hasta el Mirador de la loma.


Un apacible lugar con algunas mesas y con buenísimas vistas, que bien vale un descanso.



Preciosa la vista de Titaguas desde estas alturas.








Ahora nos quedaba una bajada en zetas que nos llevaría hasta la Fuente de la Zarza que visitamos en la mañana.








Y sólo nos quedaba caminar un poco hasta llegar a los coches ¿A los coches? Pili se había quedado con ganas de ruta y se volvía a por más :)

Una ruta sin exigencias y muy gratificante por la calidad de sus sendas y vistas y cercana a la ciudad de Valencia. Y en esta versión... más corta.





 Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE.

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