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Para esta semana teníamos pensado volver a hacer una ruta que nunca defrauda. Salir desde Segart, subir al Garbí y después bajar y subir a la Mola de Segart por la senda y bajar por la caries.
A la cita acudieron Pili, Ángela, Juan Carlos, Quico, Manel, Nolo, Vicente, Miguel Arce, Manuel Carlos y un servidor.
A las 8 ya estábamos en Segart dispuestos a disfrutar de otra mañana en la montaña. Comenzamos caminando por la carretera por la que habíamos venido.
Hasta llegar al poste indicador que nos metería por una senda por la izquierda.
Atravesar el frondoso barranquito.
Y comenzar a coger altura, con lo que la ropa también empezó a sobrar.
La senda nos fue bordeando hacia la derecha para encarar la canal que nos subiría al Garbí.
Aquí la cosa ya comenzó a ponerse interesante y a ir de piedra en piedra con alguna divertida trepadita.
Este año en Olocau tampoco había madroños, sin embargo en esta ruta había muchos y en todos los estados de maduración. A mí me encantan.
En estos puntos se echan de menos algunos tramos de cadena.
Quico subió el tramo que hay ya cerca del paso entre la gran piedra por la derecha. Un lugar más aventurero y sólo apto para personas que tengan seguridad.
Todos fuimos pasando por la grieta que queda entre la pared y una gran piedra.
Y continuamos disfrutando de las trepadas. Sin prisa y asegurando.
Llegamos al collado superior y continuamos la senda a la derecha que nos llevaría al Área recreativa de El Garbí, pasando antes por una zona de alojamiento rural en cuyo recinto se han currado la talla de algunos troncos de pino con llamativas figuras.
Teníamos previsto almorzar aquí arriba, pero en el mirador hacía demasiado viento y aprovechamos el ponernos tras la pared de la valla, donde estábamos a resguardo y teníamos unas vistas muy buenas.
Una vez disfrutado el grato momento del almuerzo volvimos sobre nuestros pasos para encarar el descenso.
Pasamos por la pedrera...
Volvimos a subir....
Allí habíamos estado hace un ratillo.
Y aquí se veía ya la silueta de la Mola de Segart, nuestro siguiente destino.
Puede apreciarse por la derecha el lugar por donde discurre la senda de subida.
Aquí, como dice Juane, "la senda se empina" y hay que poner todo en el asador.
Llegamos al monumento con la rosa de los vientos. Al fondo se veía el vértice geodésico. Lo visitamos y volvimos un poco hacia atrás para bajar por las rocas de la caries de la muela.
Aquí la tenemos y nos pusimos a destrepar.
Tras la bajada, la senda hacia Segart, desde donde se nos permitió ver muy bien las Islas Columbretes.
Atrás quedaba ya la silueta de la Mola.
Pasamos por una última área recreativa y llegamos al pueblo y a los coches dando por finalizada esta estupenda ruta.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí:
PABLOONCE
Estupenda ruta que por muchas veces que la repitas nunca defrauda. Además con buena compañía mejor.
ResponderEliminarMuchas gracias Pablo!
Miguel Arce
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ResponderEliminarBuena ruta. Alguna parecida por valencia que se tenga que trepar un poco o haya pasos de cadenas como está?
ResponderEliminarSaludos
Hola Guimar, muy cerca tienes en el Monte Picayo esta ruta, también muy sencilla y disfrutona. http://pabloonce.blogspot.com/2018/12/2018-12-ruta-navidad-en-monte-picayo.html
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