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Para esta semana habíamos escogido subir al vértice geodésico nº 339 en altura de la Comunidad Valenciana, Las Baterías, con 437 m de altitud, situado en el Término Municipal de Genovés, Valencia.
Las previsiones el tiempo el día anterior eran relativamente buenas pero empeoraron por la tarde, aunque eso no hizo cambiar nuestra decisión ya que, como dice Miguel Arce: "A la montaña se va aunque haga bueno".
Y es que aunque las predicciones sean las que sean, después pueden ser una realidad o no porque como dijo un afamado escritor: "Si quieres acertar sobre previsiones, habla siempre del pasado".
Pues como iba diciendo las previsiones habían empeorado mucho y se esperaba que estuviera lloviendo durante toda la mañana, pero cuando llegamos al punto de inicio no caía ni gota.
Íbamos a seguir un track de Trotasendes Benicalap al que habíamos hecho dos pequeños cambios, aunque al final tuvimos que improvisar.
Aparcamos en ensanchamiento de una pista que sale a la derecha de la carretera CV-610, carretera con bastante tráfico, en el que hay espacio para cuatro o cinco coches. Avanzamos un poco en el sentido que llevábamos y cruzamos la carretera para subir por una pista. Al finalizar comprobamos que justo enfrente de donde aparcamos hay una senda que se puede utilizar igualmente.
Comenzamos a subir con buen desnivel, por una senda por momentos bastante disgregada.
Si hubiéramos tenido un día soleado seguro que las vistas hubieran sido muy buenas pero nos volvió a acompañar, como hace dos semanas en el Pico del Ave, una niebla bastante espesa.
El vértice nos llegó enseguida. Hicimos las fotos y continuamos porque aún era muy pronto para almorzar.
La senda estrecha nos iba haciendo sube y bajas y nos encaramos hacia La Malladeta, que sería el punto más alejado de nuestra ruta.
Antes de llegar vimos unas buenas piedras para sentarnos y por si se ponía a llover más tarde, nos detuvimos a disfrutar del momento del almuerzo.
Justo cuando estábamos acabando se nos puso a chispear. Era un chirimiri intermitente pero que nos obligó a cubrirnos y decidimos continuar. Como digo, con Sol, la senda debe estar ahora preciosa pues estaban las jaras blancas en flor.
Como el chispeo continuaba y teníamos los pantalones mojados con el roce con las ramas, decidimos no continuar más adelante por el Barranco del Portixol, como estaba previsto y una vez llegados a la cantera continuar para regresar.
Y eso hicimos, volvimos a retomar la senda de la ida y regresamos a los coches terminando una rutilla que con buen tiempo hubiéramos hecho de otra manera y seguro que disfrutado más, aunque todo aporta y esos días húmedos y con niebla que suelen escasear por nuestros parajes, también le dan otro ambiente al caminar.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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