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Esta semana haríamos una ruta para subir al vértice nº 390 en altura de la Comunidad Valenciana: Vedado (El Vedat), con 305 m de altitud, situado en el Término Municipal de Carcaixent, Valencia.
Saldríamos del lavadero de Barracas de Aguas Vivas y subiríamos primero al Vértice para después ir pasando por una senda de loma en loma hasta llegar a la Sima del agua y volver a la población y a los coches.
Salimos desde el antiguo lavadero con una temperatura excelente para caminar, por una carreterilla que nos metía por el Barranc de la Falzia y que enseguida se convirtió en senda.
Llega un momento en que la senda nos subiría en zetas hasta la parte más alta.
Esto era la continuación del Barranco.
La senda nos subiría a la planicie de El Realenc.
Vimos un enorme algibe abandonado.
Ya teníamos a la vista el Vértice pero habría que dar la vuelta por la izquierda a aquella loma donde se asienta, ya que después del incendio desaparecieron las sendas y la falda está cubierta de coscojas y aliagas. Por la parte de atrás era un poco más rocoso y más accesible.
Abandonamos la pistita que llevábamos y comenzamos a subir buscando el mejor paso por las zonas más despejadas.
Desde arriba podíamos ver la Casa de Don Bernardo una construcción inusual en medio de la montaña con tres alturas, que ahora está en ruinas. Por allí pasaríamos más tarde.
Aumentado con el zoom vimos un antiguo horno de cal casi oculto por las coscojas.
Últimos metros por la llanura superior y ya estábamos en el Vértice.
A lo lejos las antenas del Mondúver.
Como era todavía muy temprano no almorzamos allí y continuamos para hacerlo en las inmediaciones de la casa de Don Bernardo. La subida la hicimos donde la teníamos proyectada, dando un poco la vuelta a la loma, pero al bajar es fácil confundirse con otros rastros y nos fuimos yendo a la izquierda según bajábamos, lo que es un error porque por allí hay más matorral y está más sucio para bajar. Mejor bajar por donde habíamos subido.
Llegando a ella vimos carteles de Peligro y Armas de Fuego, algunos de ellos tachados con spray. Había tres coches allí aparcados y nosotros continuamos por la senda. Al poco vimos que se trataba de cazadores, por eso ponían las señales de Armas de Fuego, pero las señales parece que están puestas allí de manera permanente y tampoco sabemos de la legalidad de que estuvieran cazando a mitad del mes de junio, cuando los animales están en período de crianza.
Con un poco de reparo por si hubiera peligro con los cazadores aunque nos habíamos hecho ver perfectamente, comprobamos que nuestra senda se alejaba de donde estaban ellos y ya respiramos más tranquilos. Un poco más adelante encontramos unas rocas estupendas para pararse a almorzar y así lo hicimos.
Continuamos después por la senda hasta que llegamos a la Sima del Aigua. Una cavidad bastante grande y profunda.
Desde el comienzo ya se ven las bonitas formaciones que el agua ha ido creando con el paso de los años.
Y, cómo no, el rastro de los energúmenos que rompen las estalactitas y se las llevan para ponerlas en el salón de su casa y así recordarles cada día el tipo de personas vándalos y cafres que son.
Un fabuloso teatro.
Con la ayuda de los frontales continuamos hasta donde pudimos teniendo mucha precaución con el suelo húmedo y resbaloso. Llegamos hasta aquí, donde si bajabas, ya no se podría volver a subir sin ayuda de alguna cuerda.
Después de disfrutar de las vistas y el frescor de la cueva continuamos por la planicie. Volveríamos al cruce de sendas que habíamos pasado hace un rato y cogeríamos la de la derecha para completar el círculo.
Enfrente nuestro la Serra de les Agulles y detrás la Serra de la Murta y la de Corbera.
Con el zoom de la cámara de Manuel Carlos se pudo ver el vértice del Cavall Bernat.
Y la Cruz del Cardenal.
La senda nos pasó al lado de otra sima. Ésta con la entrada vertical y profunda. No visitable.
Llegamos al Mirador del Iao Paco, desde donde se veía el Campo de Golf cercano.
De la senda que íbamos a seguir ahora casi no se ve el comienzo y hay que buscarla a la izquierda del camino, donde ya es evidente. Se puede continuar por la pista bajando y dando más vuelta, pero de manera más sencilla. De todas formas esta alternativa no tiene ninguna dificultad, aunque la hicimos de investigación.
A esta roca le pusimos el nombre de El Yunque.
La senda se ve perfectamente y llega un momento que la queríamos abandonar por la derecha para bajar por otra que veíamos pintada en el mapa pero que no sabíamos si estaría tapada por el matorral por el no uso.
Afortunadamente vimos que la senda estaba limpia y que se podía bajar por ella sin problemas.
Llegamos a la pista inferior y ya sólo quedaba caminar en animada charla hasta la población y los coches.
Una ruta que nos ha dejado un buen sabor de boca y en la que hemos tenido varios alicientes que la han hecho amena. La única mínima dificultad es la subida campo a través al vértice, pero si se tiene la precaución de subir un poco por detrás, se van encontrado zonas despejadas por las que ir subiendo sin pincharse.
Si se quiere sólo visitar la Sima del Agua, se puede subir muy facilmente por una senda corta y recién limpiada desde la Caseta dels Saurins.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
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