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"Una ruta....... ¡normal!"
"Una ruta....... ¡normal!"
Recién comenzado septiembre hemos decidido dejar las rutas de verano y continuar con nuestros proyectos pendientes. En este caso fue Kiquet quien propuso su 7ª etapa del GR-7 a su paso por la Comunidad Valenciana.
A la cita acudieron: Kiquet, Mari y Jose, Juan Carlos, Toni, Manuel Carlos y un servidor. Para realizar esta ruta lineal seguimos el mismo esquema que hemos estado utilizando desde el inicio de estas etapas. Nos dividimos en dos grupos y unos fueron al final de la ruta y otros al inicio con los coches cambiados. Nos juntamos en la mitad para almorzar y en ese momento nos intercambiamos las llaves de los coches y cuando cada uno llega a su destino tiene su vehículo esperando.
Kiquet, Mari, Jose y Toni salieron en el sentido más habitual, desde el Mas de Noguera y los tres restantes salimos desde Bejís. Había localizado de antemano un abrevadero con fuente al lado del acueducto de esta población y decidimos dejar el coche allí para que cuando acabaran pudieran refrescarse.
Con el cielo despejado y un ambiente fresquete comenzamos a andar a las 7:10 por la carretera en descenso siguiendo las marcas blanquirojas. Al llegar a la curva surgió la primera duda. El track del GR 7 que tenía cargado en el gps seguía recto pero aparecían ante nosotros las marcas en aspa indicando que por allí no era la dirección correcta. En su lugar aparecía una pista asfaltada por la derecha con las marcas de GR bastante nuevas. Aunque yo me inclinaba por seguir el track grabado, decidimos por mayoría seguir las marcas nuevas porque pensábamos que igual habían cambiado ese tramo por alguna razón y que más tarde acabaría por unirse con el otro.
Cruzamos el Palancia y continuamos. Las marcas nos llevaban hacia Torás y en el camino nos cruzamos con bastantes higueras con sus frutos en su punto óptimo y que por supuesto saboreamos. Lo mismo ocurría con unas fantásticas moras, grandes y dulces que parecían racimos de uvas. Al final Juan Carlos nos tuvo que llamar al orden y dijo que si habíamos venido a hacer el GR 7 o a comer higos y moras. Hay tiempo para todo, jeje.
Atravesamos Torás, que estaba en fiestas, y las marcas cada vez nos desviaban más de nuestro track, llevándonos ya en dirección contraria. Como nos alejábamos mucho y a las nuevas marcas del GR no se les veía intención de reunirse con las otras, decidimos en ese punto volver a Torás y buscar un modo de enlazar con el recorrido previsto inicialmente. Consulté el mapa y nos fuimos dirigiendo hacia el Norte combinando las opciones que nos iban surgiendo.
Desde lejos vimos que una alternativa tentadora era subir por el cortafuegos del Monte de la Rocha, pero la pendiente era considerable y no sabíamos cómo estaba el otro lado. En los mapas se veía que las pistas que seguíamos iban a desaparecer en un tramo pero, para nuestra ventura, fuimos encontrando agradables senditas que pudimos ir utilizando para nuestro propósito y que nos hicieron pasar por varias fuentes como la Fuente del Chorrillo, en la primera imagen.
Esta fase se mostraba aventurera y cuando se nos cerraba un paso enseguida encontrábamos otro por el que ir cómodamente e incluso cuando la senda nos dirigió hacia unas rocas que tendríamos que trepar, tuvimos la suerte de que había huecos excavados a manera de escalones en ella.
Esta fase se mostraba aventurera y cuando se nos cerraba un paso enseguida encontrábamos otro por el que ir cómodamente e incluso cuando la senda nos dirigió hacia unas rocas que tendríamos que trepar, tuvimos la suerte de que había huecos excavados a manera de escalones en ella.
Abocamos a una pista donde nos las prometíamos felices pero en una curva y de sopetón la pista acababa frente a una pared vertical de piedra en la que Juan Carlos me miraba como diciendo: ¿y ahora qué?
Retrocedimos unos metros y subimos en empinada pendiente por el lateral de la izquierda y una vez arriba volvimos a conectar con otra senda.
Orientándonos con los mapas y el gps seguimos nuestro rumbo. La senda se convirtió en pista y enlazamos con la carretera que en pocos metros nos dejó en la estación de Bejís-Torás, ya situada en nuestro track original. De esta forma nos habíamos saltado todo el inicio previsto. Después resulta que fue lo más divertido de la ruta y que pudimos disfrutar de algo de aventura y buenas sendas porque en esta etapa casi todo son pistas y carretera.
Habíamos decidido de antemano que nos cruzaríamos con el resto en un punto entre esta estación y la Fuente del Ragudo para almorzar e intercambiar las llaves, pero como a nuestro grupo se nos habían alterado completamente los planes, llamé a Kiquet para ver si les esperábamos aquí para almorzar en un buen sitio con una mesa de madera a la sombra, pero aún les faltaba una media hora para llegar por lo que decidimos continuar a su encuentro.
Éste se produjo cuando cruzábamos una pinada y nos recibimos con alegría contándonos lo que iba a encontrar el otro grupo en su camino. Bueno, nosotros poco podíamos contarles de lo que iban a recorrer porque nos habíamos saltado el track original y ellos sí que lo iban a seguir.
Bajo estas buenas sombras nos paramos a almorzar todos juntos y tras ello hicimos la foto de grupo.
Continuamos con un ritmo frenético. A los tres nos gusta y nos íbamos turnando en la delantera aunque quizás íbamos más rápido de lo normal ayudados por lo poco interesante que nos ofrecía el recorrido. Íbamos paralelos a la Vía Verde de Ojos Negros y en la tercera imagen puede verse la línea de tren actual y la vía verde al lado, ahora utilizada en su mayoría por ciclistas.
Nuestro recorrido nos hizo circular un tramo por ella y bajamos a beber el agua de la Fuente del Ragudo. Había leído en un folleto que tenía la mejor agua de la zona pero cuando la probamos no nos llamó la atención especialmente. Eso sí, estaba fresquita y se agradecía.
Continuamos y aunque el día estaba fresco, el sol ya se hacía de notar. Este tramo en un día de calor puede resultar desesperante. La pista se convirtió en senda, por tramos empedrada, y podíamos ver los cerros donde se encuentra la Cueva Cerdaña.
Salimos a la carretera y tras una bajada llegamos al coche siendo las 12:10. Como ya hemos hecho otras veces en este punto, decidimos dirigirnos directamente con el vehículo hacia el Puerto de Arenillas y parar en la Fuente Cuenca para refrescarnos. Cuando llegamos vimos la fuente llena de abejas alrededor del agua por lo que desistimos de utilizarla pero nos acercamos a la zona de las mesas, donde nos cambiamos el calzado y nos bebimos unas cervezas fresquitas que portaba en una neverita, dando por finalizada esta etapa.
Ha sido una ruta.... ¡normal!, "ni mucho ni poco... lo justo". El aliciente lo hemos tenido al principio de la etapa cuando elegimos seguir las marcas blanqui-rojas de nueva factura en lugar del track grabado. Tuvimos nuestro rato de aventura, de incertidumbre y la fortuna de encontrar unas buenas sendas por las que circular, a la par que una buena multitud de higueras y moreras donde deleitarnos con sus frutos. El resto de la etapa en esta ocasión es bastante monótona, tanto en los paisajes como por la cantidad de pistas por las que transcurre.
Hemos visto que se puede hacer una buena ruta circular de unos 20 km utilizando nuestra primera parte del recorrido hasta la estación de Bejís-Torás y después volver a Begís siguiendo las marcas del GR-7.
Hemos visto que se puede hacer una buena ruta circular de unos 20 km utilizando nuestra primera parte del recorrido hasta la estación de Bejís-Torás y después volver a Begís siguiendo las marcas del GR-7.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE
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