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"Un muy agradable paseo"
Este sábado la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 53 en altura de la Comunidad Valenciana, el Cerro Simón, con 1223 m de altitud y por proximidad también subiríamos al nº 63, Peñas de Dios, con 1167 m, ambos situados en el Término Municipal de Andilla, Valencia.
Haríamos la ruta en sentido de las agujas del reloj. Saldríamos desde la Fuente del Olmo en Higueruelas dirigiéndonos en primer lugar al Collado de Aguavientos (km 3). A continuación subiríamos al vértice de las Peñas de Dios (km 4,5). Para ello intentaríamos encontrar una senda que aparece en la ortofoto pero que según Ludwin, un senderista muy activo, en la realidad no se ve claramente su situación. Si no la encontráramos, subiríamos por otra un poco más allá. Continuaríamos hacia el Cerro de Las Pedrizas (km 6). Seguiríamos una senda en descenso y subiríamos después a la zona de los ventiladores y al vértice del Cerro Simón (km 13). Desde ahí todo en bajada por la Rambla de Peñarroya hasta los coches.
Os dejo aquí un vídeo de una simulación de la ruta en un vuelo en 3D para que os hagáis una idea fiel del recorrido:
A la cita acudieron Mari y Jose, Carmen K, Manuel Carlos y un servidor. Juan Carlos también iba a venir pero se excusó a última hora. La mañana se presentaba buena para caminar, con el cielo despejado, sin viento y con una temperatura prevista de los 5 a los 18 grados. Al llegar nosotros a la Fuente del Olmo, el termómetro marcaba efectivamente 5 grados y la nula sensación de frio hizo que dejáramos las chaquetas en el maletero.
A las 7:20 comenzamos a caminar, pasamos unos pajares y salimos de las últimas casas de Higueruelas teniendo ya enfrente de nosotros las tres paredes rocosas hacia las que nos teníamos que dirigir. Nosotros teníamos que pasar entre las dos primeras empezando por la izquierda y atacar la del medio, que es donde se encuentra el vértice de las Peñas de Dios, por detrás.
Conforme nos íbamos acercando en animada conversación, se iba viendo más claramente la enorme cruz blanca que está situada junto al vértice.
El extremo derecho de la pista por donde circulábamos estaba transformado para hacer las delicias de los practicantes de ciclismo de montaña, con continuos toboganes para saltar y disfrutar. Íbamos cogiendo altura con rapidez y a nuestra izquierda apareció ante nosotros la explotación de una gran mina de caolín, cuyas paredes destacaban con su mezcla de colores.
Llegamos al Collado de Aguavientos y alcanzamos la carretera, siguiéndola un pequeño tramo. La abandonamos después por la derecha y fuimos en busca de nuestra sendade subida. Aunque el comienzo de ésta ofrece alguna pequeña duda, no hay más que dirigirse hacia el pequeño barranquito que sube y por el que, en estos momentos, se aprecia que ha pasado más gente porque no tuvimos dificultad de paso.
Llegando arriba la senda más o menos evidente prácticamente desaparece y nosotros fuimos subiendo cercanos al acantilado, ya que lo veíamos mas despejado y con zonas rocosas por las que se avanzaba bien.
Disfrutando de la subida y de las vistas que se nos ofrecían en una mañana donde se respiraba una calma chicha, como si el horizonte se desperezara poco a poco, ni nos acordábamos de nuestras particulares tensiones que hubiéramos podido tener durante la semana y nos dedicábamos de pleno a disfrutar del momento.
Llegamos al vértice de las Peñas de Dios y vimos la gran cruz que, supongo que por el nombre, se encuentra aquí y que nos ofreció un bonito contraluz.
A los pocos metros vimos otra gran cruz rota y caída en la ladera. Por alguna razón se debió deteriorar y la reemplazaron por la de metal que hay ahora. Las vistas desde allí no tienen ningún impedimento y nos permiten ver todo el horizonte.
Nos hicimos la foto de grupo y para abajo, ahora sí por senda definida. No existen marcas de PR en todo el recorrido. Extraño, porque claramente podrían marcarse varios buenos por aquí sin ningún trabajo. Enlazamos con una pista, el "Camino de la Peña de Dios", que circulaba entre la pinada y más tarde la abandonamos por la derecha para seguir por el cortafuegos. También aquí el avance era fácil.
Rodeamos el Cerro de las Pedrizas y nos dirigimos hacia el Collado Paciencias, lugar elevado donde pretendíamos almorzar.
El lugar, cómo no, estaba ya tomado por grandes ventiladores que se nos habían adelantado, ocupando el sitio de nuestro almuerzo y decidimos seguir un poco más para tener unas vistas menos tecnológicas.
Abandonamos la pista de nuevo por otro cortafuegos y ahora sí, en la otra vertiente, con la vista ante nosotros del vértice de La Salada, tercero en altura de nuestra particular lista y Andilla a la derecha, tomamos posesión de unas piedras y nos detuvimos a almorzar al sol.
Tras el surtido ágape costaba levantarse y con la agradable temperatura afloraron las primeras camisetas de manga corta. La primavera se acerca ya a pasos agigantados.
Continuamos bajando por el cortafuegos, que abandonamos después por la derecha y seguimos una agradable senda. Después de un buen rato de disfrutar con la bajada tocaba hacer lo mismo con la subida por lo que nos incorporamos a otro cortafuegos para ello.
Cuando estábamos casi arriba nuestro track nos desviaba por la izquierda para seguir el último tramo por la pista, aunque podría haberse seguido perfectamente por el cortafuegos, por el que se caminaba muy bien.
Mirando atrás volvíamos a tener a la vista la población de Andilla con su característica montañita y la elevada torre del campanario de su Iglesia.
Teníamos también al alcance visual la caseta y antenas del Cerro Simón, nuestro próximo objetivo.
Se escuchó en el aire una pregunta: ¿Subiremos por la pista o por el cortafuegos? ¡Estaba claro!
Nos hicimos la reglamentaria foto de grupo, con el Cerro de La Salada detrás de nosotros, nos empapamos de las vistas y bajando, que es gerundio.
Llegamos a la pista, la abandonamos siguiendo otro tramo de cortafuegos y al llegar a la pista de nuevo, nos salimos por la izquierda para seguir por la senda de la Rambla de Peñarroya. Esto estaba ya hecho, que es participio.
A la vista de esta cómoda y fantástica senda, se me hacía duro imaginar que, por desconocimiento, aún haya gente capaz de bajar desde el Cerro Simón, pateandose los 6 kilómetros de carretera, cuando por aquí se va tan ricamente.
Circular por esta senda era un regalo para terminar la ruta. En la tercera imagen podía apreciarse "una cova o un forat" y más tarde alguna que otra curiosa formación.
Muy chula esta senda que ya tenía preparada en el track, pero que acabó de confirmarnos su bondad nuestro amigo Simón Corresendas, que la había hecho con su grupo un mes antes y me hizo unas muy buenas recomendaciones que le agradezco y animo a ello cada vez que vea la posibilidad. Por cierto, Simón, muy buenas las vistas desde tu cerro.
Llegamos al final de la bajada y de la senda y salimos a la carretera, desde donde volvimos la vista atrás y estuvimos señalando la fenomenal vuelta que nos habíamos dado por esos montes de Dios, bueno de las "Peñas" de Dios.
Ya sin más, caminando entre algunos campos de almendros en flor, llegamos al final de nuestra ruta, la Fuente del Olmo, a las 13:20 horas, donde nos esperaban sus abundandes chorros para refrescarnos con su agua fresquita.
Y como reza en la inscripción bajo la imagen de la Virgen: "Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús"... nosotros no vimos en ese momento a Jesús pero sí a San Miguel, que lo sacó Jose de su neverita y tras tomar una cerveza o una coca cola nos despedimos de esta agradable ruta hasta la próxima ocasión.
Un saludo a todos y nos vemos en la próxima.
Podéis descargar el trak pulsando aquí:
PABLOONCE
Mira por donde tengo hasta un cerro.
ResponderEliminarExtraordinario y relajante paseo Pablo y compas, todo no va a ser ¡y ahora qué!, y si encima tenéis la rubia dorada en la nevera guardada, mesa, bancos y una buena fuente ¿qué más se puede pedir?
Salut para seguir disfrutando.
Un abrazo para todos
Simón