Este blog tiene como objetivo aportar mis comentarios, fotos y tracks de las rutas de senderismo en las que participo.
¡¡CONSEGUIDO!! el reto de subir a todos los Vértices Geodésicos de la Comunidad Valenciana de más de 1000 m. ///
Recuerda, como decía Lluis Llach: "Si véns amb mi, no demanis un camí planer, ni estels d'argent, ni un demà ple de promeses, sols un poc de sort... i que la vida ens doni un camí beeeeeen llarg..."
Vía Ferrata Cascada del Sorrosal
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*Sábado 14 de julio de 2023*
*Último reportaje de las vacaciones pirenaicas de julio de 2023. Al final
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Este sábado la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 70
en altura de la Comunidad Valenciana, la Mola
Garumba, con 1144 m de altitud, situado en el Término Municipal de Morella,
Castellón. Por proximidad también subiríamos al nº 88, Sarañana, con 1109 m de altitud, situado en el Término Municipal de
Todolella, Castellón.
Haríamos
la ruta en el sentido de las agujas del reloj. Saldríamos desde la Font de l’Om
en la población de Forcall, encarando directamente la Penya del Migdía para
continuar por el Azagador de la Garumba, con vistas a la
ciudad de Morella, coincidiendo un tramo con el PR-CV 116.
Llegaríamos al
Vértice Garumba, dejaríamos el PR y por un barranquito que parte la Mola en dos
por el centro llegaríamos a la Font del Toscaret. Desde ahí nos desviaríamos
por una sendita a buscar el Roure Gros. Volveríamos por la misma y avanzaríamos
hasta el Mas del Racó, desde donde intentaríamos bajar por el Barranc del Mas
del Racó hasta el Riu Calders.
Cruzaríamos el Río y la carretera y nos
dirigiríamos hacia el Mas del Montanyés, desde el que seguiríamos una senda
que, pasando por debajo de la cornisa por donde caminaríamos después,nos iría subiendo poco a poco hasta Sant
Cristófol y de ahí al vértice Sarañana. Seguiríamos ahora el PR-CV 117 por el
borde de la muela hasta el Piló de Sant Pere y pasando por una fuente, llegaríamos
a la Ermita de Sant Josep en Forcall, desde donde cruzaríamos el río de nuevo y
llegaríamos a los coches.
Aquí podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo en 3D sobre la ruta que preparé, para que os hagáis una idea fiel del recorrido:
A la cita acudieron Mari y Jose, Herme, Manuel Carlos, Xavi, Álvar y un servidor.
Aún no eran las 8 de la mañana cuando comenzábamos a caminar desde la Font de l'Om de Forcall. Mientras veníamos con los coches el termómetro había llegado a marcar 6 grados, pero cuando llegamos al lugar de aparcamiento teníamos unos agradables 8 graditos, en un día perfecto y luminoso.
Nos dirigimos en primer lugar a un viejo azagador que parte al lado de una caseta y por ahí comenzamos nuestra ascensión. En este trayecto vimos unas endrinas tan grandes que parecían uvas y que Jose hubiera recolectado si no fuera porque ya tenía una buena provisión para confeccionar su pacharán casero.
Conforme íbamos ganando altura veíamos la dormida población de Forcall y, en la imagen central, la Lloma de Sant Cristófol, nuestro segundo objetivo de la mañana, que recorreríamos de parte a parte.
El azagador, que presenta algunos tramos muy disgregados por el efecto de las lluvias, nos fue subiendo hacia el depósito del agua, donde enlazaría con el PR-116.
Cuando nos acercábamos ya a la base de la Penya del Migdía, nos recibió un grupo de cabras montesas, a las que pudimos capturar con las cámaras en sus evoluciones.
El sendero nos fue subiendo por la Penya y, tras una pequeña trepadita, nos dejó en una terraza rocosa que Àlvar nos dijo que se llamaba el Pla dels moros y desde donde había unas muy buenas vistas.
Cómo Álvar había trabajado unos años en Forcall y, junto con Xavi, se habían pateado bien la zona, nos iban explicando todas las peculiaridades de lo que nos íbamos encontrando.
Continuamos ahora por el largo tramo del PR-116, que recorre toda la cara Noreste de la Mola Garumba. Es un sendero muy agradable de caminar, yendo entre carrascas y pisando terreno almohadillado, con las paredes verticales de la Mola siempre a nuestra derecha.
Cuando el sendero comenzaba a llegar al final de la Mola, nos fue dejando buenas instantáneas de la población de Morella y de su promontorio, aunque la ligera bruma nos la ocultaba un poco.
Aquí tenemos Morella, tirando de zoom.
Al final nos salimos del PR para encarar directamente el vértice porque ya veía que íbamos algo retrasados respecto a lo que tenía previsto, pero esto siempre pasa en estas rutas en las que te encuentras tanto que ver y disfrutar.
Aunque al lado del vértice hay una roca plana en el acantilado, decidimos buscar otro sitio para almorzar, ya que allí daba el sol de pleno y lo encontramos un poco más alla, en unas rocas de un agradable bosque de carrascas.
Para terminar el relajante almuerzo echamos en falta a Kiquet diciendo el clásico: "vamos, vamos", aunque últimamente me toca hacer a mí de poli malo. Un saludo a Karmen y Kiquet desde aquí.
Nos dirigimos al valle que se forma en el medio de la Mola y fuimos siguiendo trazos de una senda que circula por la parte de la izquierda del mismo. Encontramos una antigua fuente (abrevadero, sin agua) ya en muy mal estado y continuamos descendiendo a buen ritmo.
Pasamos el Mas de la Mola y llegamos al final del valle, pero en lugar de meternos por el arroyo seco, continuamos por arriba, por la parte de la izquierda por donde íbamos. Allí es como si se abriera un imaginario estuario.
Desde nuestra terraza elevada pudimos contemplar el Roure Gros y las vistas que se nos ofrecían del acantilado y nos contentamos con verlo desde aquí, ya que había que controlar el tiempo y después de haber visitado el Barranc dels Horts hace dos semanas, el listón de robles estaba ya muy alto.
En la imagen central de abajo se puede ver nuestro segundo objetivo, el Sarañana, situado en el extremo de la izquierda de la mola. Se ve claramente la Ermita de Sant Cristófol, y en el extremo derecho, el Piló de Sant Pere... Comprenderéis ahora el que estuviera pendiente de los tiempos.
Volvimos un poco atrás caminando por la terraza, siguiendo a Álvar, que nos mostró lo que el llamaba un "baixador natural". En estas zonas uno debe sentirse inmerso y parte de la naturaleza y pensar como piensa ella, orientándose por los senderos de las vacas y los animales, que son los realmente conocedores de la zona y por los rastros del agua, siguiendo aquel sabio principio de Bruce Lee: "Be water, my friend", vacía tu mente, sé como el agua, déjate fluir sin resistencia y adáptate a las circunstancias que te rodean...
(El audio no es de muy buena calidad pero es el único que he encontrado en español)
Siguiendo a B..., a Álvar, llegamos a la Font del Toscaret, que es un chorrillo que mantiene el agua de tres bañeras que sirven de abrevadero al ganado.
Y siguiendo los rastros del agua, dejándonos fluir a través de la frondosidad de ese bosque laberíntico, llegamos al Mas del Racó. Aquí comenzaba un tramo aventurero, también para Álvar, que no se lo había planteado nunca en sus correrías por la zona y era bajar al río y la carretera por el Barranc del Racó. En la foto del satélite se veía pedregoso y factible.
Había trazado el track en esta zona siguiendo las pequeñas sendas que
hacen las vacas y nos fue muy bien, ya que llegamos hasta abajo en
diagonal sin problemas. Vimos que por el cauce del barranco no podríamos
ir porque era estrecho y dificultoso, pero pudimos seguir el rastro que
habíamos cogido y que nos llevaba paralelos al cauce a unos 5 metros
de distancia. Hubo algún tramo en que nos arañamos un poco ya que la
vegetación también es un poco como el agua, se adapta al paso de las
vacas y se cierra tras ellas, pero nuestra piel no es tan dura como sus cueros.
El sendero se abrió y ya vimos más clara nuestra salida. Sin problemas y atravesando una zona con muchos fósiles, llegamos al seco cauce del río Calders, lo cruzamos y comenzamos la segunda parte de la ruta.
Mediante una combinación de pistas y algún atajo para ir lo más rectos posible, subimos hasta el Mas del Montanyés con una pendiente que a estas alturas ya se nos hizo durilla.
Los 8 grados del comienzo habían quedado en el olvido y ahora hacía algo de calor y agradecíamos cuando soplaba alguna brisilla que nos refrescaba. Fuimos siguiendo una pista-senda antigua que nos subió y nos fue guiando hacia la izquierda, por debajo de las paredes de la muela por las que caminaríamos después en dirección contraria.
Nos alegramos de ver allí arriba y cercana ya la Ermita de Sant Cristófol. El track ahora nos hacía subir por una canal y ahí están Álvar y Xavi pensando por dónde íbamos a subir. Como no estaba clara esa subida y ahora ya estábamos algo cansados, decidimos ir por lo fácil y continuamos la pista hasta rebasar la Ermita.
Después vimos a nuestra derecha un lugar por donde se podía subir fácilmente y así lo hicimos, llegando enseguida a la pista de la Ermita.
Esta Ermita dispone de un albergue que ahora se encuentra cerrado y que es donde ocurrió una tragedia hace unos años, en la que murieron varias personas al acostarse al calor de un brasero que les fue consumiendo el oxígeno mientras dormían.
Habíamos pensado en que estaría muy bien que hubiera una fuente aquí para refrescarnos y cargar agua, pero en principio no la vimos. Yo le dí la vuelta a la Ermita y no la encontré, por lo que me senté a esperar que viniera el resto. Al rato vino Álvar y me dijo que sí que habían encontrado la fuente y que estaba en una pila que había en los paelleros, un edificio auxiliar y hacia allí que me fui sin pensármelo a disfrutar con ella.
En el exterior de la Ermita hay varios paneles explicativos de los montes que se encuentran alrededor. Éste es uno de ellos:
Continuamos por la pista de la izquierda, dejando ahora el PRCV-117 a nuestra derecha, para ir hasta el segundo vértice de la jornada, el Sarañana.
Para no tener que volver atrás al encuentro del PR, yo había guiado el track por donde había visto más despejado. Lo seguimos, pero al rato lo dejamos por otros trazos que nos parecían más evidentes. Al final llegamos a un punto en que, si seguíamos, lo tendríamos cada vez más dificil para bajar, por lo que, como sabíamos que el PR circulaba paralelos a nosotros unos 10 metros más abajo, decidimos que había que cruzar la muralla de carrascas que nos separaba de él, sí o sí. Así es que sin pensarlo más, nos fuimos abriendo paso entre ellas y enseguida aparecimos en el cómodo PR. En la primera imagen se puede ver a Manuel Carlos saliendo de la franja de carrascas.
El sendero ahora era siempre en leve y agradable descenso y circulaba por el cantil de la mola, teniendo siempre a nuestra derecha la Mola Garumba y el barranco por el que habíamos bajado, mostrándonos claramente mucho del recorrido que ya habíamos hecho.
Tuvimos la suerte de que nos sobrevolara un águila que pudimos fotografiar, llegamos al Piló de Sant Pere y continuamos descendiendo por el PR.
En un momento del descenso, Álvar me llamó la atención sobre lo que parecía un extraño huerto que había encima de una roca allá a nuestra izquierda. Hace pensar en la necesidad que sufriría la gente de esta zona, cuando alguien se planteó crearse un huertecillo encima de una piedra, subiendo rocas para delimitarlo y tierra para poder cultivar algo en un espacio tan pequeño.
Una vista atrás al Piló de Sant Pere y a continuar. Pasamos por los restos de otra fuente seca que figuraba en el mapa de El Tossal Cartografíes y continuamos nuestro regreso a Forcall por la senda.
Para el anuncio de la crónica había tomado prestada una buena foto de la Penya del Migdía a nuestro amigo Luis Gispert, pero desde ahora ya tengo la mía propia. Gracias Luis.
Llegamos al pueblo, pasando por la Ermita de Sant Josep, que tiene fuente, pero no comprobamos si tenía agua y llegamos a los coches.
Habíamos elegido salir desde la Font de l'Om porque dispone de un área recreativa donde podríamos comer, pero cuando fuimos nos quedamos contrariados al ver que la fuente estaba seca o cerrada y no había agua. Le pregunté a Álvar si sabía donde estaba el lavadero y para allí que nos fuimos con los coches, llevándonos la grata sorpresa de encontrarlo con un agua limpia y fría, fría y con una fuente de la que manaba agua de tres chorros.
Tras disfrutar del agua todo lo que cada uno quiso procedimos a sacar los bocatas y las neveras y tuvimos una comida de lo más agradable pasando repaso a todo lo que nos había acontecido en la mañana y que había dado para mucho.
Una ruta en que hemos disfrutado con todo, con la imponente Penya del Migdía, el frondoso sendero del PR 116, las vistas de Morella desde el final de la Mola Garumba, el bosquecillo de carrascas del almuerzo, el acantilado del Roure Gros, el sendero laberíntico de bajada, Bruce Lee, la aventura de la bajada por el Barranc del Mas del Racó, el esfuerzo de la subida hasta Sant Cristófol, la exígua pero siempre agradecida agua de su fuente, el atravesar el muro de carrascas, las vistas desde el sendero PR 117 de lo que habíamos recorrido, el águila, el Piló de Sant Pere, el refrescante lavadero y la fenomenal comida y tertulia.
¡Para escribir una novela! Cuando llegamos a Valencia parecía que había pasado una semana desde que dejamos los coches. Una ruta exigente y, en como todas éstas, imprescindible el uso del GPS, algo de intuición y mucha aventura en la mochila.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE
Magnífica crònica. Només afegiré dos coses: comentes que pujant a Sant Cristòfol "hacía algo de calor", jo li llevaria el "algo" (o el canviaria per un aumentatiu); i la segon, fent rutes com esta em ve a la memòria el lema dels senderistes dels anys setanta "una jornada de sender, una setmana de salut", perquè el dia sembla molt més llarg si l'aprofites tant. De les fotos no faig comentaris, algun dia aprendre a "fer" fotos com tu.
Como dice Javi una ruta para hacer afición, estupenda, agradable ni corta ni larga y con su punto de aventura, sus vistas, las cabras, las bacas, el laberinto del barranco y su segundo vertice enfrente, para poder ver las dos partes, para nosotros fue una mañana para enmarcarla en una de las rutas muy buenas. Gracias a todos por estar ahi.
Qué voy a decirte que ya no se haya dicho y que tú no sepas... Agradecerte que nos ofrezcas la posibilidad de disfrutar tanto y de compartir con vosotros las maravillas que tenemos tan cerca con la compañía inmejorable de cada sábado. Como bien tu decías (y tu amigo Bruce) lo mejor es dejarse fluir...
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Magnífica crònica. Només afegiré dos coses: comentes que pujant a Sant Cristòfol "hacía algo de calor", jo li llevaria el "algo" (o el canviaria per un aumentatiu); i la segon, fent rutes com esta em ve a la memòria el lema dels senderistes dels anys setanta "una jornada de sender, una setmana de salut", perquè el dia sembla molt més llarg si l'aprofites tant.
ResponderEliminarDe les fotos no faig comentaris, algun dia aprendre a "fer" fotos com tu.
Como dice Javi una ruta para hacer afición, estupenda, agradable ni corta ni larga y con su punto de aventura, sus vistas, las cabras, las bacas, el laberinto del barranco y su segundo vertice enfrente, para poder ver las dos partes, para nosotros fue una mañana para enmarcarla en una de las rutas muy buenas. Gracias a todos por estar ahi.
Qué voy a decirte que ya no se haya dicho y que tú no sepas...
ResponderEliminarAgradecerte que nos ofrezcas la posibilidad de disfrutar tanto y de compartir con vosotros las maravillas que tenemos tan cerca con la compañía inmejorable de cada sábado.
Como bien tu decías (y tu amigo Bruce) lo mejor es dejarse fluir...
Un besazo para todos.