0132 - Vértices Geodésicos C.V.: Bovalar (1008 m) / A+ 640 m /15,91 km

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Benasal: El pueblo de los avellanos.

Este viernes la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 132 en altura de la Comunidad Valenciana, Bovalar, con 1008 m de altitud, situado en el Término Municipal de Benasal, Castellón. 

Salvo unas variaciones, seguiríamos el PRCV-395.

Partiríamos de la Población de Benasal y subiríamos al vértice. Después nos dirigiríamos a hacer una visita al Robledal de El Rivet. Volveríamos al PR y subiríamos a la Ermita de Sant Cristòfol. 

A continuación nos acercaríamos a probar las buenas aguas de la Font d’En Segures y por senda nos dirigiríamos a otra fuente, en este caso la Font de l’Ombría y desde aquí, combinando pistas volveríamos a los coches. 

Aquí podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre el track para que os hagáis una idea fiel del recorrido:

A la cita acudieron Mari, Pili, Ana, Jose, Miguel, Manuel Carlos y un servidor. A las 7:45 ya nos encontrábamos frente al lavadero de Benasal, con una temperatura de 5º, sin viento y dispuestos a pasarlo bien en esta jornada.

Salimos del pueblo en dirección Sur y enseguida vimos el panel del sendero que íbamos a recorrer casi en su totalidad.

Un poco más adelante hicimos la primera variación, ya que el PR sigue recto pero nosotros nos desviamos por la pista de la derecha para subir al vértice.

Al llegar a una curva a derechas se veía el tímido nacimiento de una senda en ascenso que salía por la izquierda y que es la que tomamos.

Esta senda era muy buena para caminar y, en continuo ascenso, nos dejó pronto muy buenas vistas de la población de Benasal. Al fondo puede verse la Sierra de la Mola de Ares y delante, en su característico promontorio, el pueblo de Ares del Maestrazgo.

Llegamos al Vértice Bovalar (en la página del Instituto Geográfico Nacional está escrito así, aunque en otros mapas lo he visto como Bobalar) y nos hicimos la foto de grupo. Mari y Jose habían tenido que solucionar un imprevisto antes de venir, por lo que se unirían a nosotros en la Font d'En Segures, pero como queríamos que estuvieran en la foto pusimos dos mochilas en el vértice, una más grande y otra más pequeña para que estuvieran también representados.

La senda a partir de aquí continuaba entre carrascas. Desde una de las revueltas nos permitió ver nuestros próximos destinos, la Font d'En Segures y la Ermita de Sant Cristòfol allá arriba.

La senda nos abocó a la carretera y tuvimos que caminar un poco por su margen para llegar al Paraje Natural del Robledal del Rivet. Es una dehesa llena de grandes ejemplares de robles y en alguno de ellos necesitamos ponernos 5 de nosotros para rodear su tronco.

Los muchos senderos que lo recorren están guiados por estos llamativos piloncillos, e indican la dirección a seguir, aunque nosotros lo recorrimos en el sentido inverso a las agujas del reloj y sin coger todas las variaciones.

En la hierba se veía una de las primeras escarchas de la temporada. El lugar nos transmitía con profusión todo su verdor y las hiedras trepaban por doquier y eso con lo seco que ha sido este verano. En cuanto llueva un poco y se reverdezcan los musgos este lugar debe ser una maravilla.

En el centro, el lugar tiene una piscina grande y una construcción que debe ser un bar y que supongo que funcionará en la temporada de verano.

Nos despedimos del lugar, cruzamos la carretera y subimos por unas escaleras de piedra para continuar con nuestra ruta. Estas empinadas escaleras dieron en una puerta metálica cerrada de una propiedad, pero se puede subir bordeándola por la izquierda (no fuimos los primeros).

Llegamos a una pista superior y enlazamos de nuevo con el track previsto y con el PR anterior, que en este tramo coincidía con el GR-7.

Esta subida a la Ermita de Sant Cristófol nos brindó unas vistas espectaculares y podíamos ver a lo lejos Culla y a su derecha el Penyagolosa, lo que hizo, en este día tan claro, las delicias de los zoom de nuestras cámaras.

Terminamos la subida y llegamos a la Ermita, muy bien conservada.

A su lado se encuentra otra construcción más pequeña.

Ví con alegría que en la parte de atrás de la Ermita y cubierta bajo un porche se encontraba una fuente y con agua, que siempre me son tan bien recibidas.

Podía verse hasta el mar por aquel hueco.

Comenzamos el descenso por la pista para dejarla enseguida y continuar por el PR, que seguía recto. El PR nos llevaría ahora por un recorrido que estuvo muy bien, ya que discurría por una bonita faja que, a media altura, nos haría bordear el morrón y nos bajaría hasta la Font d'En Segures. Este pájaro no se movía para que lo retratáramos y así lo hizo Manuel Carlos.

Llegamos a la plaza de la famosa fuente y allí estaban esperándonos Mari y Jose, que por circunstancias, hacía casi 2 meses que no caminaban con nosotros y ya tenían ganas.

Visitamos la fuente, probamos sus estupendas aguas y allí mismo buscamos un lugar para almorzar y nos dimos el regalo que nos merecíamos.

Una vez concluido, salimos de la población pasando por la planta embotelladora y más tarde cambiamos la pista por una senda que nos llevaría hasta la Font de l'Ombría.

La Font de l'Ombría dispone de un abrevadero y de un grifo (con agua) que debe venir de maravilla si se hace esta ruta en épocas de calor. Un poco más abajo, cuando la senda confluye con una pista, aún hay otra fuente con grifo donde estaban cargando garrafas de agua, aunque caía un hilillo.

Más adelante pasamos por el grupo de casas, ya en bastante mal estado de la Masía Foyes d'Amunt y nos quedamos sorprendidos por la gran plantación de avellanos. Ya habíamos visto campos de ellos durante la ruta pero en éste había una familia recogiendo las avellanas, en las que nosotros no habíamos reparado, al encontrarse éstas en el suelo y nos invitaron a coger algunas si queríamos.

A partir de aquí los que idearon el PR podrían haber pensado en hacerlo por otro recorrido, aunque no hay muchas posibilidades, ya que transcurre en su totalidad por pistas y a nosotros no nos gusta demasiado ir mucho rato por ese firme, pero es lo que hay. Por eso, cuando tracé la ruta, me permití quitar unos kilómetros de este recorrido del PR que llevaban a la Masía del Algà y volvían.

Sin más, llegamos a la población de Benasal y al lavadero donde teníamos, estratégicamente, apostados los vehículos.

Y allí procedimos al ritual habitual que nos dejó los pies totalmente descansados. Esa sensación de frescor después de una ruta no se paga con dinero.

Tras finalizar la ruta a las 13:00 horas, nos dirigimos al Restaurante El Clot, que se encuentra en Los Ibarsos, justo en la rotonda del olivo que hay al salir. Teníamos ganas de parar algún día a comer allí, ya que el restaurante abre todos los días a las 6 de la mañana y Juan hace un café buenísimo que levanta a un muerto. Tenéis que probarlo.

La vez que paramos allí, nos estuvo hablando de sus menús anticrisis y en esta ocasión no desperdiciamos la oportunidad. Se podía elegir entre 5 primeros y 5 segundos, con ensalada al medio y postre, bebida y café. 12 € por persona y buena relación entre calidad y precio, aunque todo va por gustos. La sopa castellana parecía que tenía mucho pan a gusto de los que la pidieron. En mi caso, el plato de callos con garbanzos estaba muy bueno y el ternasco de segundo, que fue el plato más popular, estaba muy tierno y sabroso.

Por si os interesa y aunque no me llevo comisión, os dejo los teléfonos. Ya os digo que aunque sólo sea por el café, vale la pena. Restaurante El Clot (Els Ibarsos) 964 70 85 99 y 605 88 90 39.

Una ruta muy recomendable hasta la Font de l'Ombría. Después pierde fuelle debido a la gran cantidad de pista.

Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE