0348 - Vértices Geodésicos C.V.: Montot (419 m) / A+ 574 m / 13 km

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Este sábado la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 348 en altura de la Comunidad Valenciana, Montot, con 419 m de altitud,  situado en el Término Municipal de Sellent, Valencia.

Para llegar al punto de inicio, seguiríamos la A-7 hasta coger la salida 396 para continuar por la CV-590 que nos llevaría hasta Estubeny, donde aparcaríamos en las proximidades del lavadero.

Primero iríamos a visitar el paraje de La Cabrentà del que se dice lo siguiente: 

"En Estubeny se encuentra uno de los parajes más singulares de toda la comarca de La Canal de Navarrés: “La Cabrentà”, un paraíso de la naturaleza enclavado en una umbría de la ribera del río Sellent. Es un bosque húmedo de incalculable valor botánico, faunístico y geológico. La acción del agua subterránea ha formado quebradas, paredes rojizas, túneles, grietas profundas, estalactitas, estalagmitas, columnas y banderas. El micro clima existente ha hecho que se pueda apreciar uno de los pocos ejemplares de selva mediterránea. Posee una vegetación característica de climas tropicales o subtropicales, aunque también podemos contemplar el alionero, garrofero, laurel y pino carrasco. En cuanto a la fauna este paraje es excepcional para escuchar innumerables especies de aves que acuden atraídas por los variados frutos del bosque."

Desde allí iríamos a cruzar el Riu Sellent por un puente para, a continuación seguir una sucesión de pistas en ascenso y atravesar unas grandes plantaciones de naranjos jóvenes y unir con la senda que nos subiría y bajaría al vértice s Montot, punto en el que confluyen cuatro Términos Municipales, Anna, Chella, Sellent y Cotes.

Después iniciaríamos una bajada que nos llevará a volver a cruzar el Riu Sellent y subiríamos a La Moleta, regresando a la población de Estubeny y a los coches.

Veréis que en el vídeo aparece marcada una subida distinta. Es porque en principio se había planteado otra subida pero al llegar allí se vio que no podría pasarse por ese lugar porque estaba con mucho matorral, por lo que improvisamos la que os pongo en el mapa y en el track, que con ésta no hay ningún problema.

Aquí podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre el track que he preparado para que os hagáis una idea fiel del recorrido:

A la cita acudieron Pili, Mari, Laura, Ana, Ángela, Jose, Paco, Quico, Miguel Arce, Kiquet, Iván, Paco Escrivá, Manuel Carlos y un servidor.

Aparcamos un poco antes del sendero donde se inicia la ruta, en el que hay sitio para varios coches. Pudimos contemplar por primera vez este otoño uno de esos bonitos amaneceres. Si no madrugas te los pierdes.

Iniciamos la bajada por un caminillo cementado que nos llevaría a visitar primero el paraje de La Cabrentá.

Nos recibió esta fuentecilla, la fuente del tío Marcelino, con agua y comenzamos a bajar por la senda que nos llevaría a la carretera de abajo. Antes de la fuente hay un desvío que también se puede tomar a la derecha y en el que se puede iniciar también la visita. Hay tantos senderillos en su interior que parece un laberinto y cada uno lo hace a discreción. Una idea para el Ayuntamiento de Estubeny es que el senderillo debería estar guiado con señales de dirección para que todo el mundo siguiera un recorrido y así, aparte de no perderse nada, evitaría que la gente se saliera de las sendas para conservar la maravilla de este entorno protegido.

La senda nos llevaría a la carretera inferior y allí vimos un cartel y una senda que baja en pocos metros hasta la fuente del tío Blanco. Este recorrido es de ida y vuelta, por lo que regresamos a la carretera y continuamos un poco por ella.

Enseguida vimos la entrada por nuestra derecha a la zona de La Cabrentá propiamente dicha. Comienza con unas cuevas que forman las rocas y que a modo de interesantes pasadizos nos van adentrando en el paraje, que se sume en una buena oscuridad dado lo tupido del ramaje de todo tipo que invade la zona.

Aquí os dejo unas imágenes de nuestro recorrido por esas grietas, cuevas y sendas. Nos fue imprescindible el uso del flash, ya que a la frondosidad del lugar se unía la temprana hora en la que nosotros íbamos a visitarlo.

Para pasar por esta estrecha grieta hubo que quitarse la mochila y amoldarse a la forma de las rocas. Otros, como Jose, optaron por agacharse y pasar por la parte de abajo que estaba un poco más ancha.

Sobre todo si se va con niños, hay que tener precaución de que no campen a sus anchas sin cuidado, ya que hay algunas grietas profundas que podrían dar lugar a algún accidente.

La presencia constante de agua en la zona ha dado lugar a través de los años a zonas con estalactitas y estalagmitas, que no se han librado, como siempre de la actitud vandálica de los bárbaros. Las más representativas se encuentran en el exterior e interior de esta pequeña cueva.

Una vez hecha la visita, la senda nos devolvió a la carretera inferior y seguimos por ella hasta cruzar el río. Una persona nos advirtió de que había batida de jabalíes ¡¡qué casualidad!! Continuamos en subida esperando que no estuvieran por la zona a donde nos dirigíamos pero ya con la preocupación en el cuerpo. 

Pronto vimos que habían cortado algunas pistas y habían colocado señales de que se iba a hacer la batida, pero no ponía en ellas la fecha. Como siempre, esto de las batidas se hace en medio de un poco de caos para lo peligroso que puede llegar a ser. No hay ningún sitio en el que te puedas informar de donde se van a hacer las batidas y así planear las rutas por otros lugares que estuvieran libres de peligro ¿Dónde están los gobernantes que tendrían que poner orden en estos desmanes?

En la zona de Els Ports, en Tarragona, donde recientemente estuvimos, se planifica con antelación y a primeros de septiembre ya se puede consultar en internet el calendario de batidas de jabalí y se indica para cada día, en qué zonas se van a hacer las batidas. Así se minimiza muchísimo el riesgo de accidentes y todo está más controlado. Deberíamos aprender a hacer las cosas bien.

Por fortuna las señales de la batida iban cortando los desvíos que nos salían a la izquierda, mientras que nosotros casualmente teníamos previsto ir hacia la derecha. Menos mal. 

La pista nos fue llevando entre grandes plantaciones de naranjos jóvenes regados por el sistema de goteo y nos preguntábamos, y más aún llevando en esta ocasión a dos profesores de economía en el grupo,  sobre la rentabilidad de toda esa inversión en la que se han transformado lomas enteras de monte, cuando se sabe que la venta de la naranja es una actividad en recesión porque hay superproducción, además de que traidoramente se importan de otros países extracomunitarios y se deja por consumir el producto europeo !!Uy!!, qué reivindicativo estoy hoy.

Al llegar a la finca "Quicorro" pasamos su puerta y nos fuimos al lado de la valla por la derecha. Se puede continuar un poco más y coger la pista que baja hacia la derecha. Llegamos a la parte de abajo del campo y vimos que por donde se había previsto en un principio acometer la subida al Montot no iba a ser posible pues la coscoja y el monte lo invadía todo. Por ello miramos los mapas e improvisamos otra alternativa. Seguiríamos las pistas entre los naranjos y nos aproximaríamos lo más posible al sendero de subida. Con un grupo relativamente grande como el que formábamos hoy hubiera sido muy lento meternos campo a través.

Cuando terminamos la pista de los campos había una sendita que nos llevó a enlazar con la senda de subida al Montot. Una senda perfectamente limpia.

Llegamos al vértice y almorzamos estupendamente, haciendo después las fotos de rigor y comenzando el regreso por el mismo sitio por el que habíamos subido.

Teníamos la fortuna de que Paco se había informado bien sobre la zona, ya que él es oriundo de Anna y que justo recientemente se había marcado el recorrido con unas cintas rojas, ya que se estaba planeando hacer una carrera de montaña comarcal. Sólo había que ir siguiendo los plásticos rojos que estaban colgados. No siempre había senda, pero se había buscado el mejor paso y el descenso se hizo de manera muy agradable. El paso de grupos como el nuestro y después el de la carrera, seguro que van consolidando este recorrido como una buena senda para acceder al Montot.

Desde arriba vimos la antigua zona de extracción de sal. Una explotación ya abandonada que trataba de sacar rentabilidad de un yacimiento de aguas salubres y que ya visitamos en otra ocasión el año pasado, cuando hicimos una ruta desde el Gorgo Catalán.

Más abajo pudimos comprobar la excepcional labor que están haciendo voluntariamente y en sus horas libres un vecino de Anna, que pertenece a las brigadas forestales y un amigo, que están limpiando y desbrozando esta senda para disfrute gratuito de gente a la que le guste la montaña como nosotros. Enhorabuena por el trabajo. La senda está quedando fenomenal.

Abocamos a una pista que nos fue llevando a cruzar este curso de agua y continuamos entre los cañares, en los que también se había acondicionado el paso.

Cruzamos, de salida por el lateral, la antigua puerta que daba a las salinas.

Un poco más allá vimos la casa donde almorzamos la otra vez. Pertenece a unos familiares de Paco y la pista pasa por allí. En la parte de la derecha hay una fuente de la que Paco nos dijo que siempre habían bebido y nos refrescamos y rellenamos nuestras botellas. Por la derecha de la casa aparecen las marcas del GR-237, del que no pude encontrar ningún track y la documentación es muy escasa. Parece que están intentando recuperarlo en esta zona. 

A partir de aquí el recorrido del GR también lo han limpiado, en este caso personal de la población de Estubeny y lo han dejado como una patena. Discurre entre altos pinos y con mucha zona de sombra en un recorrido que de verdad se agradece.

Mirad lo fenomenal que han dejado la senda. 

Hay una zona de fuerte pendiente en la que incluso se han excavado escalones en la tierra, que vienen de maravilla, lo que ocurre es que si se dejan así y no se fija el borde con unos tronquitos de madera, por ejemplo, los escalones rápidamente se malograrán y se perderán de nuevo. 

Pasamos al lado de la cantera abandonada y llegamos a la pista. Desde ahí al pueblo ya no quedaba casi nada.

Llegamos a los coches, dejamos las mochilas y nos fuimos unos metros más abajo, donde sabíamos que se encontraba el lavadero y nos refrescamos en sus transparentes aguas. Estuvimos un buen rato con los pies dentro y costaba abandonar ese lugar, limpio, bien conservado y con agua por todas partes.

Os dejo con otro capítulo más de "Las Flores de Paco".

Una ruta sin complicaciones en las que íbamos un poco a la aventura porque desconocíamos si existirían algunas de las sendas y su estado. Comprobamos la buena labor que están haciendo desde Estubeny en la recuperación de este tramo del GR-237 y agradecemos muchísimo el esfuerzo de esas dos personas de Anna que en sus ratos libres se dedican a limpiar la senda de subida al Montot. Enhorabuena por vuestro desinteresado trabajo. Desde aquí os lo agradecemos.

Aparte de lo bonito que nos resultó la parte desde la bajada del vértice, siguiendo las marcas rojas y después por el renovado GR, la guinda la puso la visita al paraje de La Cabrentá, que en horas de más luz seguro que gana en belleza y espectacularidad.

Después de tanto cartel anunciando la batida de jabalís y cortando pistas, no escuchamos un solo tiro en toda la mañana, que me parece perfecto, pero entonces ¿para que cortaron todos los accesos? Cuando nos íbamos, hacia las 13'30, continuaban las señales y las pistas cortadas. Tenía pinta de que habían cortado hoy sábado para hacer la batida posiblemente el domingo. Y si es así, ¿cómo se permite que un grupo de personas corte el acceso al monte a el público en general durante dos días? Lo normal es que las señales se coloquen al amanecer y se quiten nada más terminar, si es que hay algo de normal en todo esto.

Un saludo a todos y hasta la próxima.

Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE