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Saldríamos desde el Camping de Bugarra,
pasaríamos por la zona de baño del río Turia y lo cruzaríamos por un puentecito.
En un kilómetro y medio de buen ascenso nos colocaríamos en el primer vértice de
la jornada, el Loma de la Pinada y bajaríamos por un sendero a visitar la Cueva
de Vizcaíno.
Volveríamos a la senda y
caminaríamos por la zona de la Majarilla,
por un cordal en descenso con buenas vistas a los dos lados. Llegaríamos a una sima circular impresionante,
por sus dimensiones y por su profundidad, llamada Cova Colomera, donde almorzaríamos.
Por esta zona pero haciendo rutas diferentes estuve en 2008, 2010 y 2013, después del incendio.
Continuaríamos subiendo y bajando hasta
que llegáramos al vértice protagonista del día, el Aliagar, que aunque de
temible nombre, antes las sendas estaban muy cuidadas y limpias a su alrededor.
Veríamos cómo estarían ahora que ya se iría recuperando el paisaje del incendio.
Desde allí tomaríamos otra senda que
nos llevaría a unir con el primer vértice de la mañana y bajaríamos por el mismo
lugar por donde habríamos subido.
Aquí tenéis el vídeo de la simulación
de vuelo sobre la ruta que he preparado para que os hagáis una idea fiel del
recorrido.
A la cita acudieron Pili, Mari, Ángela, Ana, Juan Carlos, Jose, Quico, Paco Escrivá, Manel Carlos, Paco y un servidor.
Aparcamos al lado del Camping de Bugarra, aunque después vimos que podíamos haber bajado los coches hasta el río y comenzamos la ruta cruzando el Turia por una pasarela de hormigón.
En esta zona el río baja ancho y esta hilera de piedras hacen de represa para calmar las aguas y que se pueda tomar bien el baño.
Enseguida entramos en materia y tomamos una senda que nos iba subiendo con bastante desnivel dejando detrás de nosotros perspectivas cada vez más amplias. Aquí abajo la población de Bugarra, que enseguida estábamos dejando atrás.
Al final de la subida nos encontramos con el primer vértice de la jornada, el Loma de la Pinada, de sección antigua cuadrangular. Allí mismo nace una senda que nos bajaría hasta la Cueva de Vizcaíno.
La senda al final se hace un poco difusa por tramos pero al final de ella se encontraba la cueva, con su entrada difícil de ver, ya que está completamente cubierta por un llentiscle que crece fresco en el lugar.
Nos metimos en ella y vimos que cuenta con una sala bastante amplia y una abertura al fondo. Nuestra espeleóloga particular enseguida se adentró a curiosear un poco.
Salimos de la cueva y volvimos por la misma senda de nuevo hacia el vértice.
Allí tendríamos un poco de llaneo por la zona de La Majarilla y a continuación una larga bajada por la cresta de las lomas hasta casi el nivel del río.
Cuando llegamos a un barranquito comenzamos a girar a la derecha por una senda que nos llevaría hasta la Cueva Colomera, que más es bien es una sima parecida a las Torcas. Un enorme agujero circular con vegetación en su fondo y las paredes tan verticales que impiden su descenso a no ser que se disponga de equipo de escalada.
En esas mismas rocas al lado de la sima almorzamos y tras ello continuamos, comenzando a subir nuestro segundo diente de la ruta. Esta subidita después de almorzar había que tomársela con calma.
El monte se va recuperando del incendio de 2012 pero le cuesta en estas tierras donde llueve tan poco.
Y como todo lo que sube tiene que bajar, comenzamos nuestra segunda bajada con unas vistas impresionantes delante de nosotros.
Después comenzamos la que sería nuestra tercera subida y última del día. Esta nos llevaría hacia el vértice Aliagar y su buen desnivel y lo prolongada que era hicieron que sudáramos bien la camiseta.
Al llegar a un collado hay que tomar la senda hacia la izquierda en un recorrido de ida y vuelta para ver el vértice. Como la subida era muy empinada y las piernas ya iban castigadas por el esfuerzo, algunos se quedaron a esperarnos y no subieron, a la vez que comenzaban a caminar despacio para ir adelantando.
Los demás subimos al vértice por la exigente sendita, nos hicimos las fotos y volvimos a bajar, y como el resto se nos había adelantado, apretamos el paso hasta que los cogimos cuando se encontraban ya cerca del primer vértice al que habíamos subido en la mañana.
Bugarra nos esperaba de nuevo al fondo.
Todavía quedaba algún pescador divirtiéndose en el río.
Los colores otoñales de los chopos brillaban ahora mucho más con la luz del mediodía.
Teníamos pensado darnos el último baño de la temporada. El día acompañaba y el lugar lo merecía porque estaba siendo espléndido, pero como unos tenían que irse rápidamente, se nos fue enfriando la idea y al final nos refrescamos pero sin llegar a meternos del todo.
Os dejo con otro capítulo de "Las Flores de Paco":
Una ruta, que si bien no tiene ninguna sombra debido al incendio de 2012, tiene sus alicientes. Está cercana a Valencia, sus vistas son muy buenas enseguida que se sube un poco, tiene un desnivel exigente, tanto de subida como de bajada y el final en la zona de baño de las aguas del Turia bien merece aprovecharlo. Sus 14 km de distancia en una zona de alturas no muy grandes, hacen pensar en un principio en una ruta sencilla, pero con el trazado de su perfil llegamos a los 940 m de desnivel acumulado, por lo que al final se siente en todo el cuerpo el esfuerzo realizado.
Un saludo y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
Una ruta importante y dura, muy bien planteada, lastima de los incendios que no le han dejado ni una sombra, terminamos la ruta muy agusto. Gracias.
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