Ya de inicio el desnivel que coge el senderillo es exigente. Aunque la altura máxima que alcanzaríamos no llegaría a superar los 350 m, los continuos sube y bajas irían aumentando la cifra del desnivel acumulado.
Al ir ganando altura con rapidez había que parar y darse la vuelta para admirar las vistas, tanto de la población como del precioso amanecer sobre el mar.
A lo lejos ya se divisaba la punta de nuestro primer pico de la jornada, al que ahora nos dirigíamos, el Pic dels Corbs.
Pasamos al lado de un aljibe construido en una zona rocosa de rodeno. Allí mismo nace otra sendita en descenso por una zona de umbría.
Al encararnos a la sierrecilla a la que tendríamos que subir, vimos que una parte, por fortuna no muy grande, había sido pasto de las llamas no hace mucho tiempo. De momento la senda nos llevaba hacia la izquierda y nos alejaba de esos restos.
Allí teníamos el Pic dels Corbs, a un tir de pedra.
En toda la zona abundan las chumberas pero todas están aquejadas de un hongo blanco que les da un aspecto bastante feo. Aquí tenemos al grupo dialogando sobre el tema.
Tras otra subidita llegamos a la cima del Pic dels Corbs haciendo un pequeño tramo de ida y vuelta. Desde allí las vistas eran magníficas y el tenue manto de nubes nos protegió durante la mayor parte de la mañana del calor que todavía puede hacer en esta época.
Ahora tocaba descender por el mismo sitio y continuar el recorrido.
Ahora circulábamos por el cordal y nos dirigíamos a la parte superior de donde veíamos los restos de la zona quemada. Allí al fondo puede apreciarse el límite de lo quemado.
La preciosas sendas en todo el recorrido y lo cuidadas que estaban hacían que el caminar por ellas fuera muy agradable.
Como se puede comprobar, afortunadamente la zona del incendio fue pequeña y todavía quedan aquí unas buenas y frondosas pinadas.
Allí al fondo teníamos ya la bonita cima del Tabalet, con sus redondeadas rocas de rodeno y un pino más alto que los demás coronándolas en solitario.
A lo lejos podíamos divisar el Alt de la Creu, donde se encuentra el vértice que sería nuestro siguiente objetivo.
Muy bonita también esta cima del Tabalet.
Y aquí estoy yo copiando a Dani en una de sus evoluciones.
Volvimos a la senda principal y continuamos hasta llegar a nuestro punto más alto de la ruta, el Alt de la Creu, donde se encontraba el Vértice Godésico.
Continuamos la senda descendiendo un poco y enseguida nos encontramos circulando por una que va siguiendo el recorrido de una antigua tubería que tiene un recorrido larguísimo. Estábamos intrigados con lo que habría costado en su momento hacer esta obra de ingeniería, no sólo en lo económico sino en el trabajo que habría supuesto traer todo este material hasta aquí e ir ensamblándolo y que ahora estuviese en total desuso.
De todas maneras ha quedado una magnífica senda por la que circular encima de ella y con muchos tramos de sombra.
Llegó un punto en el que seguir por ella se hizo un poco más aéreo. Muy sencillo para nosotros y en la que no nos llamó la atención ningún punto especial por su riesgo, al menos a personas que estén acostumbradas a caminar por la montaña y superar imprevistos, pero que igual a aquellos que no estén acostumbrados o con algo de vértigo puede no parecerle apropiada. Para nosotros suponía todo lo contrario. Un aliciente más con los que contaba esta ruta y que nos gustó mucho.
Esto es de lo que hablo. Impresiona más verlo así que en la realidad, pero se hace la advertencia por si acaso.
Al llegar a aquella curva a derechas que hace la tubería después de esas rocas es donde está el punto más interesante.
Han colocado una cadena en un resalte rocoso para ayudarse y que dé confianza y que se convirtió en el Photocall de la jornada.
Aquí podéis observar esa curvita de la tubería desde un poco más lejos una vez superada. Precioso.
Aún nos quedaba un ratito de caminar por sendas de umbría para llegar a unos campos de naranjos y a otra Ermita, en este caso la de la Mare de Deu del Bon Succés.
Un lugar muy bien acondicionado con multitud de mesas de piedra y sitios a la sombra donde disfrutar de un momento de calma, pero en el que echamos de menos que hubiera una fuente. No debería haber Ermita sin su fuente. La calma que suele respirarse en los lugares donde están instaladas se disfrutaría mejor con la presencia de un agua fresquita donde beber y refrescarse.
A la Ermita se accede por una larga escalinata y por ella descendimos para volver a la población y a los coches.
Una ruta que nos ha parecido muy bonita y con unas sendas que abarcan el 90% de su recorrido, muy agradables de caminar. Cuenta con alicientes que hacen que sea amena en toda su longitud, como los tres picos a los que se sube y el trayecto por la tubería. Gracias a Dani por publicar esta ruta y dárnosla a conocer y a todos los demás que lo hicieron antes que él, claro.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Pablo una ruta bonita, entretenida y muy agradable, lo mejor el reencontrarnos de nuevo y salir con el grupo. Gracias
ResponderEliminarMe alegro que os haya gustado esta ruta, a nosotros también lo hizo en su día, tu entrada me ha traído buenos recuerdos de aquel día de San José de 2013.
ResponderEliminarHaces bien en puntualizar lo de ese pequeño tramo un tanto aéreo, yo no lo hice en su día y me cayó una buena "pullita" en wikiloc ;-)
Muy bueno lo del "photocall" jeje
Un saludo.