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Llevábamos dos años queriendo que nevara cerca para poder pisar nieve y como esta semana lo hizo que daba "Gloria" pues ya no teníamos excusa.
Estuvimos sopesando varias posibilidades y nos decantamos por un valor seguro. Subiríamos de nuevo al Pico Pina, que sabíamos por nuestro amigo Riquelme que estaba nevado. Y como no sabíamos la cantidad del blanco elemento que nos íbamos a encontrar, llevábamos 3 recorridos preparados cada uno con una dificultad.
A las 8 ya estábamos aparcados en Pina de Montalgrao y comprobamos que había menos cantidad de nieve que en 2017. En aquella ocasión tuvimos que subir por la pista y aún así nos costó llegar arriba. Ahora veíamos que lo íbamos a pasar bien pero sin ninguna dificultad.
En principio se trataba de subir por la pista como la otra vez y una vez arriba y ya con conocimiento de causa, hacer una cosa u otra.
No hacía viento ni frío. Era una pasada ver todo el paisaje en calma. Sólo echamos de menos el Sol para que todo estuviera aún más bonito, pero todo no se puede pedir.
Al principio las marcas de los coches que se aventuraban a acercarse se notaban claramente pero cada vez iban siendo más estrechas.
Este 4x4 se arrimó demasiado a la orilla y se quedó aquí tirado. Según nos comentó un lugareño con el que hablamos al final de la ruta, en esta semana habían tenido que sacar varios coches de la pista.
Tras pasar la curva que comienza a dar la vuelta al Pina por detrás, la nieve ya presentaba su mejor aspecto.
Aquí en la última curva antes de llegar a las antenas.
Y el área recreativa.
Improvisada foto de grupo.
Y a buscar el sitio para el almuerzo. Nos metimos en el albergue. Hay una chimenea que puede usarse y una gran mesa de bancos corridos.
El momento del almuerzo allí resguardados y disfrutando de las viandas y licores.... ¡Fenomenal! Costó levantarnos de allí para continuar.
Como habíamos visto que teníamos la nieve justa para disfrutar caminando por ella sin inconvenientes, elegimos la opción 2 que llevábamos. Bajaríamos un poco por donde habíamos venido y tomaríamos una variante para hacer la ruta casi circular.
Aquí estaba el punto de desvío. La senda estaba completamente tapada por la nieve y nos guiábamos por el GPS pero sobre todo por unos pasos de alguien que habría pasado por aquí hace unos días.
Una maravilla bajar así por la ladera.
La teórica senda nos iba haciendo zetas facilitando la bajada y en la parte de abajo se perdía el rastro pero como el monte estaba limpio y no había ningún problema para caminar a través de él, bajamos sin ningún problema hasta la pista, muy cerca de la fuente.
Manaba un buen chorro de agua cristalina... y fresca.
Aunque llevábamos preparados más tramos por senda, como ya habíamos disfrutado uno y las pistas también estaban cubiertas y bonitas, decidimos ir combinando pistas haciendo muy agradable el paseo.
Sólo en este momento consiguieron traspasar unos tímidos rayos de Sol la capa de nubes y neblina.
Enlazamos con la pista por la que habíamos subido en la mañana y sin más regresamos a la población, dando por terminada esta ruta con nieve que hemos disfrutado muy tranquilamente.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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