Este domingo la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº
118 en altura de la Comunidad Valenciana, Moluengo,
con 1041 m de altitud, situado en el Término
Municipal de Villargordo del Cabriel, Valencia.
En
esta ocasión caminaríamos por la Sierra de Rubial. Al ver sobre el mapa la
situación de este vértice, no podíamos dejar de enlazarlo con la ruta de las
Hoces del Cabriel, aunque para no
extender demasiado la ruta tendríamos que renunciar a bajar al Tollo del Amor y
tocar las aguas del río, lo que nos vendría bien para ahorrarnos 3 kilómetros entre
bajada y subida y hacer que la ruta fuera posible en estas fechas en las que
comienza el calorcillo. Aunque todavía salían 19 km, el desnivel era escaso, por
lo que pensé que la marcha no se haría pesada y podríamos disfrutar de la ruta y las
vistas.
Para
llegar al punto de inicio tomaríamos la A-3 y tras pasar Caudete de las Fuentes
tomaríamos la salida 266 y nos dirigiríamos hacia la Venta del Moro. De ahí
hacia Casas de Moya para después desviarnos hacia El Trochar y Vadocañas, hasta
llegar al área recreativa de Fuente la Oliva, donde aparcaríamos los coches.
Hay un parking vallado con cuerdas y postes de madera antes de llegar, a la
izquierda.
Iniciaríamos
la ruta subiendo para quitarnos el desnivel en las primeras horas de la mañana.
Recorreríamos al principio parte de la Cañada Real de la Mancha y ls senda de
la Cueva de los Ladrones, y combinando sendas y pistas llegaríamos al vértice
de Moluengo (km 4,5).
Comenzaríamos
ya el descenso por las cercanías de la Peña Azul y nos desviaríamos a la
derecha por un cortafuegos (km 7) hasta enlazar con otra pista que nos llevaría
al mirador de la Fonseca (km 10,5). Desde ahí seguiríamos hasta el mirador del
Rabo de la Sartén (km 12) y a continuación nos asomaríamos al mirador de la Hoz
de Vicente (km 14). Pasaríamos por un mirador más, el del Cerro del Purgatorio,
desde donde se ve la Hoz del mismo nombre (km 15) y regresaríamos a los coches.
Aquí podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre el track para que os hagáis una idea fiel del recorrido:
A la cita acudieron Mari y Jose,
Ana, Manuel Carlos y un servidor y a las 7:30 de la mañana ya nos encontrábamos en el lugar dispuestos a disfrutar de esta mañana senderista. Había leído que la fuente hacía tiempo que había perdido su venero y ya no caía agua por su caño, aunque sí que llegaba agua a la balsa y al abrevadero.
Comenzamos a caminar a través de una buena pinada siguiendo la pista de la Cañada Real de la Mancha. La temperatura era fresca de inicio. Íbamos a recorrer en buena parte el sendero circular PR-CV 344 pero teníamos que variarlo para poder enlazarle el vértice.
Al rato de comenzar, abandonaríamos la pista por la izquierda para seguir la Senda de la Cueva de los Ladrones. Una bonita senda que discurre entre pinos y por la zona de la umbría, por lo que no nos daría el sol hasta que llegamos arriba, lo que era de agradecer.
Las bromas y el buen humor eran
continuos y hacíamos paraditas de vez en cuando, aunque la senda se dejaba
subir con facilidad y en una de ellas aprovechamos para intentar captar la
imagen de una Luna azulada que se puso a tiro.
Más tarde abocamos en una pista y
desechamos una bifurcación que nos venía por la izquierda, siguiendo rectos.
Llegamos a un cruce de pistas y tomamos la de la izquierda (“en la rotonda tome
la tercera salida”), que discurre por un cortafuegos.
Enlazamos con otra pista en ángulo recto y seguimos por la derecha. El camino se convertiría en senda y nos llevó hasta la cima del Moluengo. Las vistas eran extensas desde allí pero, a diferencia de otros picos, allí todo queda muy lejano.
El vértice se presentaba
acogedor, con unas escaleras de piedra y hasta una repisa rocosa más allá donde
apoyar la cámara.
Tras la expansión de retinas y
las fotos comenzamos el descenso abandonando el vértice y las antenas, algunas
con forma curiosa, como una con aspecto de gran tambor de procesión de Semana
Santa.
Bajábamos tan alegres que nos
pasamos el desvío y tuvimos que volver un poco sobre nuestros pasos hasta el
cruce donde se indicaba “Fuente de la Oliva”.
La pista nos fue bajando, dejando la loma de la Peña Azul a nuestra
derecha.
En este terreno de tanto pino
hasta las piñas crecían del suelo en posición invertida… ¿o serían carchofas de
monte? También había muchos ejemplares de madroños, pero este año será muy malo para sus frutos allá por finales de octubre y noviembre, ya que las lluvias o las nieves que han caído en época inapropiada, parece que les han afectado en un momento delicado y los frutos se han resentido, siendo en algunas zonas totalmente inexistentes.
Al rato dejamos la cómoda pista
por la derecha a la altura de un ancho cortafuegos. Había trazado el track por
aquí para ir rompiendo la monotonía, aunque hay una pista un poco más abajo que
también se puede utilizar. El cortafuegos está limpio y nos llevó haciendo toboganes, hasta que en una última y
durilla subida nos dejó en otra pista.
Este nuevo camino nos ofrecía
ahora vistas a nuestra derecha de la zona de la Fonseca y de los Cuchillos del
Cabriel y nos llevó hasta el Mirador de la Fonseca.
Nos había cundido y
llevábamos ya 10,5 km, por lo que decidimos almorzar aquí. Era un sitio
privilegiado para hacer esta parada ya que hay varios bancos (uno de ellos
estaba a la sombra) y otros bajo un techado para aprovechar si llueve.
Utilizamos el que estaba a la sombra y orientado hacia los cuchillos y la
escultura (por llamarla de alguna manera) “Piedras al aire” de Emilio Gallego, que parece un monumento al "Pollo a l'ast".
Una vez repuestos y, aunque costaba irse de allí, continuamos por la pista que nos condujo al mirador del Rabo de la Sartén.
Volvimos a la pista y continuamos hasta llegar a otro mirador, por decirlo de alguna manera, ya que es un acantilado vertical sin ninguna protección y al acercarse, la sensación de vértigo es grande, por lo que hay que tener mucha precaución.
El río Cabriel traza en la Hoz de Vicente "su curva de ballesta": "¡Colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas por donde traza el Duero su curva de ballesta" (...emulando a Machado). Es un semicírculo casi perfecto que pone a prueba el gran angular de las cámaras, ya que cuesta abarcarlo por completo.
Desde aquí y mirando abajo a la izquierda, se veía el final de la pista junto al río que, de no haber subido al vértice, hubiéramos utilizado para bajar y seguramente darnos un refrescante baño en el Tollo del Amor.
Volvimos de nuevo a la pista y más allá nos asomamos al último mirador, el del Purgatorio, aunque después de haber visto los otros, el nivel estaba muy alto y éste no llamaba tanto la atención.
Emprendimos el regreso y todavía para evitar un tramo más de pista, nos desviamos por una vieja pista entre pinos, mucho más agradable de transitar, que al final nos llevó a otra entre campos de cultivo, donde ya pudimos saborear alguna ciruela de un árbol que crecía a la vereda del camino.
¿Es o no es esto un capricho de la naturaleza? Alguien se entretuvo mucho diseñando esta florecilla hasta que quedó satisfecho con el modelo que se muestra en la fotografía. Vamos, que para poner unos estambres y un pistilo no hacía falta regodearse con tanta perfección... ¡Gracias!
A las 13:30 llegamos de nuevo al área recreativa de la Fuente de la Oliva, donde teníamos los coches y se nos iban los ojos detrás del agua clara y "algo" corriente del fenomenal abrevadero. Cogimos la ropa para cambiarnos y nos refrescamos en sus aguas, que no siendo las del Tollo del Amor, también nos vinieron de maravilla.
Después sacamos las neveritas y nos regalamos una buena comida a la sombra sentados en una de las mesas de madera, disfrutando de la paz y de la soledad, donde sólo se escuchaban los pájaros y quizás... las burbujas de las cervezas.
Una ruta fácil, con muy buenas vistas a las Hoces y sin complicaciones más allá de la distancia y propicia para hacerla ya con tiempo más fresco. Hay que ir provistos de suficiente reserva de agua pues no se puede reponer en todo el recorrido.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
He puesto un filtro anti-spam. Los comentarios primero me los manda el blog a mi correo para aprobación y después se publican. Si cuando le dais a "enviar" aparece un mensaje arriba de la página, es que todo está ok. Vuestro mensaje aparecerá en breve.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.