01-GR7- 1ª Etapa Comunidad Valenciana: Refugio Caro-Boixar

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"Es caprichoso el azar"

Tal como os comentaba en una entrada anterior donde exponía los antecedentes, esta semana comenzábamos la aventura de Kiquet, que iremos alternando con los Vértices Más de Mil: recorrer el Sendero de largo recorrido GR-7 por etapas, a su paso por la Comunidad Valenciana, desde que entra por Castellón hasta que sale de Alicante hacia Murcia.

Esta primera etapa la quisimos comenzar desde el Refugio de Caro, en Tarragona y llegar hasta El Boixar. Caro está en pleno parque natural de Els Ports y ya habíamos hecho una ruta cerca de aquí que nos dejó muy buen recuerdo.

A la cita acudieron: Kiquet, Mari y Jose, Paqui, Miquel Arce, Miguel, Carmen K y un servidor.

El problema de las rutas lineales es el transporte, porque si dejas los coches en el inicio, ¡a ver cómo vuelves a por ellos!, pero este tema se resolvió muy bien gracias a a Carmen K y a Miguel, que desde que surgió la idea se ofreció a hacer de coche de apoyo.

Fuimos en dos coches todos al punto de inicio. Desde aquí Miguel y Carmen se llevaron los coches al final de la ruta, a El Boixar, donde dejaron uno de ellos. Almorzaron y con el otro coche fueron hasta el refugio de Font Ferrera. Dejaron el segundo coche allí y comenzaron a andar a nuestro encuentro por el GR. Justo cuando mi GPS me avisaba con una alarma sonora de que estábamos en la mitad del recorrido, fue cuando nos encontramos todos, así ellos también podían andar una parte. Continuamos todos hasta el Refugio de Font Ferrera donde Miguel había dejado el coche y allí tomamos un pequeño bocado. Miguel se fue ya con el coche a esperarnos al final de la ruta, en El Boixar, donde estaba el otro coche y Carmen se unió a nosotros hasta el final.

En un día sin viento, con una temperatura espléndida para caminar y con claros y nubes de vez en cuando, comenzamos, tomando un traguito de mistela que ofreció Miguel y un trozo de coca de calabaza que portaba Kiquet.

A las 8 de la mañana empezamos a andar siguiendo la carretera hasta que en una curva cerrada a derechas nos metimos por una senda que seguía recto hasta subir al Coll dels Pallers. Todo el tramo del GR está bien marcado y no hace falta mirar el GPS. Además, durante buena parte nos acompañaban también las señales en forma de estrellas azules de les “Estels del sud”, la ruta que recorre el Macizo de Els Ports.

La bajada nos ofrece los paisajes espectaculares por los que suspirábamos desde la última ocasión que estuvimos aquí en la ruta de "Los escarrisons del Barranco de Lloret" y Miguel Arce, con todo el mundo que lleva visto, hasta se emocionaba ante las impresionantes vistas.

Y para que se siga emocionando permitidme compartir con vosotros esta estupenda canción que da título a la crónica:

En el mismo sendero hay un cartel que nos anunciaba la Cova del Vidre y nos acercamos a verla. Su altura es impresionante.

Continuamos y un poco más adelante vimos un lugar excelente para almorzar, al lado del acantilado y con unas vistas parecidas a las de donde almorzamos en la otra ocasión. Los buitres no paraban de sobrevolarnos a corta distancia, exhibiendo su delicado vuelo casi con pedantería.

A nuestra izquierda teníamos las antenas del Caro y veíamos la rápidez con que evolucionaban las nubes, tanto para formarse como para diluirse y comentábamos que hubieran hecho las delicias de Toni, quien seguramente les hubiera sacado mucho partido.

La praderita verde por la que pasamos a continuación contrastaba, por lo inusual, con todo lo que llevamos viendo desde la salida y enseguida enlazamos con una pista. Parece que todos hubiéramos dicho un ¡OOOOOOHHHHH! interior porque, de momento, se hubiera acabado el particular paisaje de Els Ports.

La pista, tras un corto trecho, nos lleva a la Font de la Llagosta de donde sale un agua excelente y de la que llené mi botella.

Más adelante, Kiquet y Miguel Arce fueron a investigar este hueco en la ladera al lado de la pista, del que brotaba un chorrillo de agua y nos dijeron que era un túnel artificial.

Tras 3 km llegamos a la zona de Casetes Velles y el Refugio del Mas del Frare. Antes de una curva pronunciada a la derecha nos desviamos por senda de nuevo por la izquierda. Esta senda recorre por el cordal una serie de lomas del Montsiá, por el Camí del Coll de l’Assuca.

Aquí os dejo otro proyecto de imagen con procesado HDR. Este método trata de superponer tres imágenes iguales tomadas con diferente exposición para jugar con las luces y las sombras. Pagaba caro el tener que pararme y realizar ajustes en la cámara para poder tomar las fotos con las que después experimentaría, ya que después me tenía que pegar mis carreritas para alcanzar al grupo.

Pasamos por la Font del Faig, que no vimos, y un poco más adelante nos encontramos de cara con Carmen y Miguel que venían caminando a nuestro encuentro.

Continuamos ahora todos juntos por una senda preciosa y pasamos por la rústica y llamativa Font del Bassiot, donde medio tronco vaciado recoge el agua que se filtra de unas piedras y la lleva a un abrevadero formado por otro medio tronco más grande. Eso es aprovechar los recursos naturales.

Continuamos y llegamos al Refugio de Font Ferrera, donde paramos en el césped bajo los pinos a tomar un bocado y una cerveza de la nevera del coche de Miguel (todo un lujo). Nos despedimos de él hasta dentro de un rato y seguimos nuestro camino.

En la senda vimos un buzón con su libreta, donde dejamos constancia de nuestro paso. Este tramo desde el refugio hasta Fredes lo recordaba de cuando hicimos una ruta hasta el Negrell y que podéis leer en la simpática crónica que hice en aquél entonces (y no es porque lo diga yo, jeje).

Llegando a Fredes nos volvimos a encontrar con Miguel, que había aparcado e ido a nuestro encuentro y caminamos un tramo por un bonito azagador.

Buscamos el lavadero para sentarnos a comer pero estaba cerrado con llave. Nos sentamos en los bancos de la puerta del Ayuntamiento y disfrutamos de las viandas. Una vez acabamos, Miguel se fue con el coche hasta El Boixar y nosotros continuamos nuestro andar por el GR a través de una senda que tampoco tiene desperdicio y es muy agradable, hasta llegar al Boixar. Este último tramo también lo teníamos pisado de cuando hicimos la ruta al Vértice de La Puntasa.

Unos cuantos cogimos las zapatillas y bajamos al bonito lavadero donde estuvimos la vez anterior para proceder al relajante baño de pies. Hicimos la foto de grupo y nos despedimos hasta otra.

Recomiendo encarecidamente esta etapa, tanto para empezar el GR-7 en la Comunidad Valenciana, como para hacer la ruta suelta. Los paisajes y las sendas por las que se pisa reúnen todo lo que uno espera de una ruta senderista "Top Ten". Es una de las rutas que se quedan en la memoria durante mucho tiempo y cuyo recuerdo gusta paladear.

Se une la ventaja de que está completamente marcada con las señales blanqui-rojas del GR y es fácil seguirlas. Lo dicho, una excepcional ruta.

Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE.